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De Toros

Una feria que sigue y otra que se acaba

Ya se acaba, sí, para descanso de ciudadanos libres de adscripciones, simpatías aparte, ese denominado tiempo electoral, más bien votacional, en que diversas y diferentes tropillas de la cosa política se afanan en llevar el agua que mana de las urnas a su molino hambriento de poder y, por añadidura, de influencias y decisiones. Para tal pretensión, absolutamente indiscutible y respetable, los hay que no han vacilado en descender a las más míseras cloacas del insulto y la procacidad rencorosa, sin el menor atisbo de respeto por el otro, que ya no es rival al que vencer y si caso convencer con el peso de los argumentos programáticos, no, sino dejarlo convertido en enemigo al que se le apedrea el tejado sin percatarse de que la propia techumbre es de frágil cristal. Y si, por añadidura, se resucita el guerracivilismo tan al uso en estos tiempos de rencoroso revanchismo, el zafio menú queda sectariamente servido. Sí, esa lucha electorera llegó, finalmente, a su conclusión. Todos, como siempre, sean los que sean los resultados obtenidos, habrán vencido. Ya llegará noviembre, ya...

La otra feria, más seria y gratificante, la de los madriles, cuando pergeño estas líneas, ve a Manzanares en su única actuación capitalina. Torero de tal dimensión posee torería suficiente capaz de asumir un mayor compromiso. Padilla, Perera y toros de «El Pilar», conforman el cartel. Hasta este momento, Abellán confirma su buen momento, oreja el día de San Isidro ante lo decepcionante de Parladé, otro trofeo perdido, miércoles 20, al descabellar en exceso, festejo de la Prensa. Oreja de peso, mereció las dos, para Joselito Adame, muy puesto y seguro, ante un buen ejemplar de El Montecillo al que mejoró con su mandón toreo. Sin olvidar el excelente momento de un Ferrera que derrocha saber, dominio y torera capacidad lidiadora, convincente aun sin lograr trofeo. El hondo acento de Diego Urdiales, modélico en su clasicismo, que ve esfumarse la bien ganada oreja por causa del descabello, la «suerte del matarife», como decían los clásicos. Le quedan dos tardes. Hay expectación por volver a verle. Castella se lleva justa oreja de un sobrero de «El Torero», ejemplar débil y anovillado, con notable boyantía ante la franela del francés, jueves 21. Una Feria que sigue...

Respecto del ganado, cabe decir que no es báscula todo lo que reluce; en otros tiempos quizás sí lo fuera por cuanto suponía de poder y capacidad de esfuerzo ante la armadura del peto. Ante un público ya entregado al conformismo de la falta de casta y pujanza, destacan por su buen juego para la muleta dos ejemplares de Alcurrucén, sin respuesta por parte de Juan Bautista, y la decepción total de Jandilla y Núñez del Cuvillo. Feria que sigue. Alicante. Mayo.

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