¿Vieron ustedes el debate de informacióntv? ¡Que dios nos coja confesados!

Por un lado estaba el candidato de Compromís. Fue, sin duda, el que mejor quedó pero, vamos, ni mucho menos para tirar cohetes. Digamos que, en el reino de los ciegos, algo de claridad se veía en su discurso.

Por otro lado, estaba el ciudadano Cifuentes, para muchos Cifu, para mí desde ayer, «Ni fu ni fa» ¡Madre mía! Vamos a ver, Albertito Rivera ¿Es que no crees que nos merezcamos algo mejor? Le he llegado a escuchar decir que quiere ser un alcalde que pasa desapercibido ¡Hombre! Sinceramente, Cifu, creo que ambas cosas no son compatibles y, en cualquier caso, no creo que llegues a ser alcalde nunca pero, fíjate que, si lo fueras, creo que no te costaría mucho trabajo lograrlo.

Luego estaban también mi querido Pavón, por supuesto, como siempre, pavoneándose, nunca mejor dicho, de haber conseguido cargarse a la anterior alcaldesa. Querido Miguel Ángel ¿Tienes algún otro mérito? Es decir, a parte de destruir, ¿eres capaz de proponer algo constructivo? Es sólo por curiosidad.

Tampoco faltó a la cita el candidato socialista Echávarri, alias Shrek ¡Che, che, menudos trajes que me gastas! Sólo te faltaba un clavel, mejor dicho, una rosa en el ojal. Querido Shrek, te ves de alcalde y se te nota. Lo peor es que quien quiera buscar tu campaña en la calle o en tus palabras, se equivoca, la tuya se desarrolla ya hace tiempo en los despachos proyectando futuras coaliciones ajenas, por supuesto, a los votos y a nuestra opinión ¡Qué pena!

Y por último, no podía faltar mi querida Bella Durmiente, Asunción Sanchez Zaplana que, aunque no ganó, tampoco perdió, lo cual en su caso es un gran mérito, no crean. Atravesó el bombardeo que se le venía encima y consiguió salir viva de allí, lo cual, a estas alturas, es más un milagro que otra cosa. Sin embargo, te reconozco, querida Suni, que lo que más me fascina de ti es el trío «la, la, la» que formas junto a Barcala, «el mil hombres» y a Carlitos, el «Exín Castillos». No te dejan ni a sol ni a sombra. Lo que, ya no sé, es si te acompañan para hacerte los coros si hiciera falta o si, por el contrario, es que ellos tampoco se fían de ti.

En fin que, cada vez tengo más claro, que gane quien gane, perdemos todos.