Era el gran temor del PSOE antes de las primeras elecciones democráticas: el sorpasso, en italiano el adelantamiento, que el Partido Comunista Italiano -de Togliatti y Berlinguer- había realizado al Partido Socialista del país vecino. Santiago Carrillo, de la mano de Suárez, marcó la estrategia y llevó al PSOE a los Pactos de la Moncloa. Aun así, el PSOE fue el partido hegemónico en la izquierda y mayoritario en 1982 con Felipe González. De 1993 a 1996 Julio Anguita revivió la aspiración de desbancar al PSOE de la mayoría de la izquierda, desde la entente cordial -también llamada pinza- con Aznar, primero en la oposición y luego en el Gobierno. Llegó a superar el 10% de votos en las generales y 21 diputados, el mejor resultado del PCE y de IU, pero que llevó a la derecha al Gobierno.

Hace unos cuatro años, Anguita lanzó el Frente Cívico Somos Mayoría en el que intenta aglutinar a los distintos movimientos sociales desde Podemos -«son los míos» dijo- a Stop Desahucios, romper con el bipartidismo, con la transición, y propugnar la III República. Y que IU y el PCE se refunden una vez más. Es el Frente Popular que propugna -¿o propugnaba?- Podemos, por encima de izquierdas y derechas, al que Anguita se refirió en la últimas andaluzas, y que en ningún caso empieza pactando con el PSOE, vino a decir. «Hace 30 años constatamos que no había nada que hacer con el PSOE, por eso nacimos». Es lo que han hecho en Extremadura y cuyos resultados ahora se verán. No quería ser la muleta del PSOE, pero IU tampoco quiere serlo de Podemos. El valedor de esta estrategia anguitista era Monedero, frente a Errejón o Bescansa. El Frente Popular o Cívico, pescador de votos en la derecha se ha encontrado con Ciudadanos que en esos caladeros tiene más crédito. Ciudadanos no es el cambio, sino el «recambio» para Pablo Iglesias. Algún día sabremos el porqué de las coincidencias entre el programa económico de Ciudadanos y las propuestas de la Fundación FAES de Aznar. Casualidades.

El barómetro del CIS publicado esta semana -http://datos.cis.es/pdf/ Es3080mar_A.pdf - da al PSOE como ganador en intención directa de voto y en intención más simpatía, mantiene una tendencia ligeramente alcista, del 16,6 al 19,4. Mientras, el PP e IU se estancan, Ciudadanos pasa de un 3% en enero al 11,8 y Podemos baja del 21,1 al 15,1. Los electores se autositúan en un 4,58 de media (entre el 1 extrema izquierda y el 10 extrema derecha), similar a 2004 cuando la primera victoria de Zapatero y lejano del 4,9- 48 del 2011. La gente ve al PP como muy de derechas (8,18) y gran parte de su electorado no es tan radical de derechas por eso el voto oculto, y el que se moviliza va a Ciudadanos, al que sitúan en el centro derecha (5,57). Tampoco va a Podemos porque lo identifican con la extrema izquierda (2,29), por lo que el PSOE (al que sitúan en el 4,46, casi coincidiendo con la media de los electores) tiene más votantes potenciales en su izquierda inmediata que a su derecha (encuesta preelectoral dirigida por José Félix Tezanos -catedrático de Sociología de la UNED-, revista Temas de mayo de 2015 (http://www.fundacionsistema.com/Shop/Article/Details/8109). Eso explica las propuestas socialdemócratas clásicas que está haciendo Pablo Iglesias, la salida de Monedero y el olvido de los «frentes». A IU (ICV en Cataluña) los electores la sitúan en el 2,60, compite totalmente con Podemos, lo que puede dejarla fuera de bastantes ayuntamientos. Los problemas centrales para la gente son el paro, la situación económica, las condiciones laborales y las repercusiones, también personales del deterioro en sanidad y educación. Y es unánime la exigencia de honradez a los políticos.

La encuesta de Temas, coincide con el CIS, en señalar al PSOE como primer partido en intención directa de voto. Y la intención de voto es mayor para PP y PSOE en ayuntamientos que en comunidades autónomas. El 55,7% y el 67,5 de los ciudadanos desean cambios respectivamente en esas instituciones. Los que desean un cambio en el Gobierno de España son el 79,1%. Entre el cambio, el cambio sereno, el cambio tranquilo o el recambio, la continuidad suena a pasado. El sorpasso es, en mi opinión, más probable en la derecha como el que le hizo Forza Italia a la Democracia Cristiana. Puede ser divertido, es que el personal es muy suyo.