Cuenta la Biblia, más concretamente el Libro I de los Reyes, que Salomón, Rey de Israel, tuvo delante a dos mujeres disputando por cuál de los dos hijos era suyo. Uno de ellos estaba muerto y ambas decían ser la madre del niño vivo. Ante tal tesitura, el rey mandó traer la espada y señaló: «Partid en dos al vivo, y dad la mitad a la una y la otra mitad a la otra». Entonces la mujer de quien era el hijo vivo habló al monarca y le dijo: «¡Ah, señor mío! Dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis». «Ni a mí ni a ti; ¡partidlo!», dijo la otra. Salomón, que era sabio, entendió que el niño era de la primera y se lo entregó.

Algo semejante sucede en el Elche. Se está viviendo en las últimas horas un pulso entre los que quieren seguir a costa de todo, no les importa que se divida en dos como la mala madre, y los que están buscando una salida y cuentan con el apoyo del todo el entorno como se pudo apreciar ayer por la noche en el Centro de Congresos. El lunes, la Fundación del club decide el futuro de la entidad y la mayoría de los 12 patronos son afines a un José Sepulcre, que a juicio de su amigo, el notario Francisco Tornel, cuenta con una credibilidad cero. Está el plan de Anguix sobre la mesa, apoyado por todo el pueblo, desde la alcaldesa hasta la afición, pasando por Fran Escribá, los jugadores y los empleados. El empresario valenciano ha dado el paso adelante, pero si el actual presidente no se va, es imposible que sigue el cambio y que el club tenga vida. De ahí que la reunión del 27, a las cinco de la tarde, sea vital para el futuro de la entidad. Sepulcre está llamado a ser generoso, a reconocer una realidad que me muestra implacable, máxime cuando no está siendo capaz de dar solución alguna a su desaguisado. La Liga ya ha sancionado al club sin poder hacer fichajes en verano y Hacienda amenaza con expulsar al Elche del fútbol profesional si no se abonan las deudas en tres semanas. Cuenta con cuatro expedientes en la patronal y el abismo está a la vuelta de la esquina. Si el máximo dirigente no entra en razón, el resto de patronos deben dejar de lado la amistad que puedan tener con Sepulcre y apostar por la salvación de la entidad, siendo igual de justos e imparciales que Salomón. Rocamora, Toño, Abadía, Irles, Javaloyes, Contreras, Anselmo Navarro, Oliver, Francisco Sánchez, además de Anguix y Dani Rubio no pueden pasar a la historia por los que llevaron al Elche al abismo. Deben mirarse al espejo cada día y decirse a la cara que eligieron lo mejor. Cuando sus hijos o más allegados les pregunten por su decisión deberán explicar orgullosos que ellos fueron claves en el cambio. Sin duda alguna, el lunes se juega en la sala de juntas del Martínez Valero, el partido más importante del Elche en los últimos tiempos. Todo está en manos de los patronos, los que deben preferir que el niño se vaya con la verdadera madre, que el Elche se salve, a que se parta en dos y que los Romero, Sixto Marco, Emilio Esteban, desde el olimpo futbolístico, se sonrojen de ver que 90 años de historia se fueron al traste por la decisión ruin de 12 personas.