Como ya sabréis si sois lectores habituales de este periódico, cinco consejeros y consejeras de Podemos Alicante hemos presentado nuestra dimisión. El motivo no es que hayamos perdido la confianza en el proyecto, todo lo contrario, es precisamente nuestra convicción en el ideario de Podemos lo que nos ha llevado a dimitir de un Consejo local, el del municipio de Alicante, cuya dinámica de funcionamiento se ha alejado de los principios éticos y valores democráticos que defiende nuestra organización.

No vamos a detallar aquí los motivos concretos, ni a exponer las pruebas de cargo, eso ya lo hemos hecho públicamente y dentro del partido, el objetivo de esta carta es otro. Nuestros principales destinatarios sois todas y cada una de las personas que habéis apostado en algún momento por Podemos como herramienta política transformadora, como alternativa de cambio. A vosotros y vosotras deciros que nadie dijo que levantar este proyecto iba a ser fácil.

Más allá de la necesaria apuesta electoral, no debemos olvidar que Podemos nació para cambiar la forma de hacer política, para hacer del ejercicio de representación un servicio y no una forma de vida cuya principal motivación, muy a menudo, termina siendo aferrarse al poder y a las prebendas, alejándose por completo de las necesidades de aquellos a los que se dice representar, y viviendo a su costa.

Evidentemente, no basta con la voluntad y las buenas intenciones, el ser humano tiene una enorme capacidad para corromper los más nobles ideales, por eso la transparencia, la vigilancia y los mecanismos de control son imprescindibles,y ahí están, los tenemos, y se han puesto en marcha. El Consejo Autonómico de Podemos en la Comunidad Valenciana ha decidido dar prioridad a la resolución de este caso tras su traslado a nuestro órgano sancionador, la Comisión de Garantías.

En otro partido muy probablemente nada de lo ocurrido habría salido a la luz, y por lo tanto no se habría tomado ninguna medida. Ahora, tras nuestra dimisión-denuncia, el rumbo se puede volver a retomar, sólo hace falta gente honesta, con ilusión, que apueste por otra forma de hacer política y por un modelo de sociedad más justo, gente con el espíritu de Podemos.