Qué curioso lo que ocurre en las madrugadas de los lunes en TVE. La pública está que lo tira. Si un espectador sintoniza sus principales canales entre la una y las dos de la madrugada encontrará, en La 1, Alaska y Segura, y en La 2, Millennium. Dos ejemplos de virtuosismo televisivo. Cada cual a su manera. La segunda entrega de Alaska y Segura funcionó con precisión de reloj suizo. Me desdigo de las afirmaciones vertidas el día de su estreno, y reconozco que incluso sus actuaciones musicales, circenses y del mundo del buslesque estuvieron integradas perfectamente en la escaleta, creando un todo de 100 minutos compacto, con un gran sentido del espectáculo y ritmo fluido, haciendo que ninguna de las secciones molestase ni entrase en conflicto con la anterior. Y eso que, arrancando en punta con Carmen Machi, lo tenían complicado. Pero el crescendo fue evidente, hasta llegar a la actuación de Mago de Oz, con el tema Do re mi de Sonrisas y lágrimas, leit motiv del programa.
Mientras tertulianos como Manuel Jabois, José Antonio Pérez y Rafael Doctor elevaban hasta muy alto el listón en compañía de Alaska, La 2 estrenaba la tercera temporada de Millennium hincando el diente al tema del hambre en el mundo. Evitando los tópicos y abriendo el camino a debates novedosos en un tema tan aparentemente manido. En lunes sucesivos abordarán el ictus y sus consecuencias, y la búsqueda de la vida plena, partiendo una pregunta tópica sólo en apariencia: qué harías si sólo te quedase una hora de vida.
Alaska y Segura, marca Santiago Tabernero y Gus Jiménez Vera, y Millennium, marca Ramón Colom, son vistos, en total, por 600.000 espectadores tan insomnes como inquietos. En las redes sociales, eso sí, están dando mucho que hablar.