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José Emilio Munera

«Piscinazo» y punto de oro

Una pillería de Víctor Rodríguez, un penalti inventado por el extremo a falta de tres minutos para el final dio anoche un punto de oro al Elche en su único remate a puerta frente a uno de los equipos de moda del fútbol español, el Celta, que dio por ganado el partido antes de tiempo y no contaba con el error del árbitro internacional Velasco Carballo. Cuando todo parecía perdido en Balaídos, el empate es un enorme botín que redobla la confianza de los franjiverdes y los aleja dos puntos de la zona de descenso antes de recibir el sábado al Almería en otra final por la salvación. Sin dos piezas clave en la columna vertebral del equipo como Enzo Roco y Jonathas, Escribá apostó en su lugar por dos actores secundarios como José Ángel y Coro y eligió a Cisma en lugar de Albacar para reforzar el perfil defensivo aun a costa de perder el peligro a balón parado de Edu. El técnico valenciano encomendó a los suyos la misión de tapar el juego entre líneas del Celta -donde Krhon-Delhi, Nolito y Orellana causan estragos- y lo consiguió plenamente a partir del minuto 20. Salvo en los minutos iniciales, en los que Tyton intervino dos veces y Charles cabeceó fuera con peligro, el Elche no pasó más apuros en la primera parte en un campo en el que sufrió de lo lindo el anterior visitante y vigente campeón, el Atlético. Con la zaga muy adelantada para cerrar espacios, el conjunto ilicitano se fue animando hasta arrebatar el balón y llegar con intención al área de Sergio. Fajr remató alto y Aarón centró con mucho peligro desde la banda derecha, donde intercambió su posición con el siempre hiperactivo Víctor. Fue de más a menos el Elche, que se vio de nuevo superado tras la reanudación y tuvo que encomendarse nuevamente a Tyton para salvar los muebles. El portero polaco realizó dos espléndidas paradas a Charles y Krohn-Delhi, pero no pudo con el remate del danés a la hora de juego para el 1-0. Con el juego controlado por los de Berizzo, que parecieron conformarse con la mínima ventaja ante la falta de ideas visitantes en ataque, el Elche tuvo la virtud de no rendirse. Escribá envidó con Cristian, Garry y Álvaro para ganar profundidad y Víctor tuvo la picardía de engañar al árbitro con su caída para que Lombán sellara de penalti un empate que parecía utópico. Una trampa, un remate a puerta y un punto que sabe a gloria para el Elche.

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