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Tribuna

La gloria y las memorias

Me sorprende abrir este diario al que ahora me dirijo y encontrarme con el siguiente titular: «La oposición critica el pago a una técnico por sustituir a la edil de Turismo en reuniones». Y es que en campaña electoral parece que vale todo.

Es cierto que el Ayuntamiento pagó a una técnico de turismo para ir a reuniones relacionadas con el Turismo y, además, para conseguir jugosas subvenciones para la promoción turística del municipio. ¿Qué tiene eso de malo? ¿Acaso hay alguien más competente que un técnico de turismo para encargarse de este tema? ¿O es que debería de ir un concejal porque sí?.

Debería comprender la oposición que un concejal es la persona que toma las decisiones políticas, y que para tomarlas de la mejor manera posible y de una manera informada, necesita un buen asesoramiento. El concejal no es ni un técnico ni un administrativo. Es un político.

¿Acaso se imaginan a un alcalde, por muy arquitecto que fuese, diseñando un plan general de ordenación urbana?. Yo la verdad es que no lo veo. Y espero que nunca ocurra.

Si es por un tema de ahorro y de costes, igual debería recordar la oposición los gastos que suponían al municipio sus viajes, comidas y cenas a las ferias turísticas. ¿Acaso llevar todo ese séquito sí que era beneficioso para el municipio?. Disculpadme, pero lo dudo. ¿Dónde está ahora ese sentido de autocrítica y austeridad que tanto defienden?.

Si la oposición tiene algún interés en que Rojales avance, lo que debería es hacer propuestas concretas. ¿Dónde han estado más allá de la crítica y de la subida de tasas?. En ningún sitio. Ojo, y si me equivoco, aquí las espero con los oídos bien abiertos.

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