Amarga Navidad sin duda la que estamos viviendo toda la parroquia ilicitana tras los últimos acontecimientos en el Elche C.F. Un club con oscuros nubarrones económicos y con inciertas soluciones a corto y medio plazo.

Planea en el ambiente la sensación de la oportunidad perdida. Una magnífica política de expansión social, con decenas de clubes convenidos, una estructura profesional nunca conocida por estos lares y una fidelidad social envidiada por la mayoría de clubes de primera división, puede venirse abajo por una nefasta previsión económica que lastra a todos los estamentos del club, desde las secciones deportivas hasta el primer equipo.

Pepe Sepulcre no merece una salida por la puerta de atrás después de nueve años de innegable dedicación a este club, pero el crédito con la afición parece haber acabado. Desde el consejo siempre se ha abierto la puerta a personas que inyecten liquidez y al parecer la oferta de Anguix no era tan espléndida como parecía; pero llegados a este punto no caben más que dos cosas: que aparezca el supuesto grupo de empresarios ilicitanos que avalaban al valenciano o seguir confiando en que los Reyes Magos traigan el préstamo retenido que permita cierto margen de maniobra y tratar de parchear la situación deportiva que reflote mínimamente el buque institucional.

Esta entidad necesita un cambio de rumbo en lo económico. Reducir el número de trabajadores no es la cuestión, el trabajo que se desarrolla diariamente es mucho y gracias a él este club avanza notablemente en su parcela social; ajustar en secciones deportivas o en cantera tampoco es la solución.

El Elche necesita fichajes, contratos, renovaciones y rescisiones de jugadores con sentido común, reducir el número de intermediarios y de cláusulas abusivas y no buscar la inmediatez en la liquidez estrangulando el futuro del club. El club ilicitano necesita un equipo de gestión económica con profesionales altamente cualificados que no hagan una previsión económica anual sino un proyecto a largo plazo que pueda dotar a la entidad de estabilidad. El Elche también necesita mayor apoyo mediático e institucional, toda la provincia se beneficia de un Elche CF fuerte y saneado. Afortunadamente de lo que esta entidad va sobrada es de afición. Vamos a confiar que el año que empieza traiga nuevos aires económicos que permitan continuar el buen trabajo hecho en otras parcelas.

¡MUCHO ELCHE!