El próximo mes de mayo se celebran elecciones municipales. En muy poco tiempo, los partidos políticos abrirán un proceso trepidante, y no exento de tensiones, para confeccionar las candidaturas electorales. Una etapa apasionante con la que se inicia la carrera electoral de la que surgirá la corporación municipal que tendrá que gobernar Elche en una etapa que se vislumbra llena de retos, incógnitas e incertidumbres. Cuatro años en los que más que nunca se van a necesitar altas dosis de sentido común e inteligencia política por parte de todos.

Son muchos los amigos, los compañeros de Partido, e incluso los rivales políticos, que me han sugerido en estos días que sería bueno que optara nuevamente a ejercer responsabilidades políticas. Lamento contradecirles. Creo que en política como en la vida, además de decir ciertas cosas, hay que hacerlas. Siempre pensé que la dedicación a la política debía ser temporal, y que no es positivo ni para las instituciones ni para la persona perpetuarse en el poder. Hoy soy feliz profesionalmente y personalmente ejerciendo con esmero la Abogacía desde el Grupo Asesor Ros, un despacho de prestigio plagado de talento y excelentes profesionales. La complejidad y trascendencia de los problemas jurídicos que abordamos diariamente constituyen hoy para mí un estímulo vital y un compromiso personal que requieren toda mi atención y dedicación.

Durante los casi 12 años en que he formado parte de la corporación municipal, he disfrutado de la confianza de los alcaldes Diego Macià y Alejandro Soler, a pesar de que en mi opinión era incluso demasiado joven para desempeñar las responsabilidades que me encomendaron, algunas de ellas las más complejas y delicadas de un Ayuntamiento. Con su respaldo pude contribuir con mi trabajo, modestamente, a logros como la ampliación de Elche Parque Empresarial, convertido hoy en el modelo a seguir de suelo industrial. A cerrar con el Ministerio de fomento infraestructuras que cambiarán Elche como la estación, la línea del AVE, o la nueva ronda sur. Recuerdo también la declaración del clot de Galvany como paraje natural municipal y las medidas que adoptamos para proteger su entorno y la franja costera de la presión urbanística. El plan de mejora de las instalaciones deportivas municipales, o una etapa como concejal de juventud en la que apoyamos con vigor la creatividad. Incluso en más de una ocasión tuvimos que actuar discretamente para evitar que el Elche CF desapareciera y pudiera volver a ser el gran club de fútbol que es hoy. Obviamente, sería de necios no reconocerlo, durante esos 12 años de trabajo intenso también cometí errores, por los que pido humildemente disculpas. Pero es que sólo quien no hace nada no se equivoca nunca.

Hoy quiero animar a todas aquellas personas que sientan honestamente la ilusión de la política, la ambición colectiva de mejorar su ciudad, a tomar parte en las candidaturas electorales y comprometerse con su ciudad. La política necesita más que nunca un impulso renovador, personas honradas y preparadas que mejoren nuestras instituciones. Ciudadanos que quieran poner su talento al servicio de lo público durante un período de su vida. De lo contrario, ese hueco lo ocuparán otros y los perjudicados seremos todos. Por mi parte, no puedo hacer sino dar las gracias. A mi partido por haberme incluido en sus candidaturas desde que tuve la edad legal para poder formar parte de ellas. A los Alcaldes con los que he trabajado, por haberme confiado altísimas responsabilidades de gobierno. A los ciudadanos de Elche, por ser los verdaderos impulsores y protagonistas del cambio espectacular que esta ciudad ha vivido en las últimas décadas. E incluso a mis rivales políticos, porque sólo escuchando es posible advertir los errores y mejorar.