El fiscal de fiscales dejó el cargo abrumado por las cálidas muestras del Ejecutivo central y, al día siguiente, el órgano en cuestión se querelló entre otros en Valencia contra Camps dejando de paso al presidente Fabra tocado del ala. ¡Vaya Belén! Sí, Anticorrupción ha acusado de presunta malversación, prevaricación y delito societario a nostre ex, que sigue acumulando causas mientras aún disfruta de cargos representativos, acompañado de la omnipresente Lola Johnson y, en esta ocasión, de Aspar, todo un campeón. Nadie puede negar que en esto vamos como una moto.
Para que no se pierdan, la querella tiene su origen en una denuncia presentada por dos diputados socialistas a la que se unió la del portavoz de EU, después de que el Consell de Fabra rescatase Valmor tras quebrar, la empresa a la que adjudicaron los derechos del carrerón que llevamos. Pillada con el carrito del helado por firmar los acuerdos en nombre del Consell que habrían propiciado el quebranto para los recursos económicos disponibles, Johnson fue fugazmente rescatada por Fabra, quien de este modo ha acabado especializándose en la adquisición de chasis y de piezas en mal estado. Por ahí andan en el punto de mira Fernando Roig y Juan Cotino, que todo no van a ser caquis en la viña del Señor. Ni que decir tiene que Ecclestone ya ha prestado declaración, por lo que si alguien no tenía claro por qué al invento lo llaman el gran circo de la fórmula 1, ahí ha estado Valencia para ponerlo en valor.
Moragues ya dijo que cuando se decidió la compra de Valmor para hacerse cargo de tanto escape suelto, la Generalitat estaba «en un escenario en el que había que elegir entre una alternativa mala y otra peor», a lo que Císcar añadió que era «susto o muerte». Pues, el mejor que se abre ahora no podría ser más navideño: que el candidato no haya nacido.
