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El sueldo de cargos públicos

En este país, experto en casi todo y donde el mayor número de especialistas por metro cuadrado lo encontramos en la barra del bar y en cualquier sitio donde se haga cola (cuánto ministro y cuánto entrenador de fútbol se ha perdido España con un cubata en la mano), a la gente le da de vez en cuando por debatir sobre el sueldo de los cargos públicos. Cuántas veces oímos a esos tertulianos de cola de autobús que Fulano, presidente del Gobierno, debería tener un sueldo simbólico; que si Mengano, alcalde de no sé dónde, debería pagar por llegar al cargo, porque, claro, los políticos están ahí para trincar y llevárselo crudo. Me pregunto qué educación habremos dado en este país para que nos haya salido tanto experto en administración pública y en contabilidad nacional. Yo estoy a favor de que los políticos se lleven una pasta gansa a final de mes. Y si no gansa, al menos la justa y necesaria para evitar la tentación de meter la mano. Si pensara que todos los políticos son unos corruptos, como se encargan de repetir los expertos del cubata, yo ya me habría ido a Islandia, donde los encarcelan sin mucho miramiento. Si creyera que toda la clase política en bloque se presenta a unas elecciones para llenarse el bolsillo ya no habría esperanza. Para eso, que venga el Jesús Gil de turno y asunto zanjado. Pensar que en todos los políticos anida la corrupción per se es estar negando la democracia y pedir a gritos que venga el tirano. Es, sin ir más lejos, lo que debe de haber resuelto la oposición de tantos municipios donde el deporte preferido es dejar sin salario al alcalde. Acaba de ocurrir en Sax. El alcalde es del Partido Popular. La oposición, formada por PSOE e IU y cuatro correligionarios del primer edil contrarios a éste, le han rebajado el salario a un euro al mes. Me parece deleznable y humillante, tanto para el alcalde como para el municipio, que no es precisamente una aldea. Es probable que los que hacen cola o se apuestan en la barra jaleen la medida, pero el mensaje que está lanzando la oposición es uno muy distinto. Están diciendo que sólo pueden presentarse a concejales los ricos. A tomar por culo la democracia, que venga el tirano.

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