La Declaración del Milenio formulada por las Naciones Unidas en el año 2000 supuso un hito importantísimo al sentar los Objetivos de Desarrollo del Milenio que habrían de dirigir al mundo hacia la erradicación de la pobreza extrema y sentar las bases de una humanidad más justa y equitativa.

En dicha declaración, se reconocía la importancia de dar una respuesta eficaz al SIDA, incluyéndola específicamente en el contexto del Objetivo del Milenio número 6. Se justifica dicha inclusión en el hecho de que la carga asociada con las enfermedades contagiosas debilita los esfuerzos para reducir la pobreza, prevenir el hambre y resguardar el potencial humano en los lugares de menores recursos de todo el mundo.

Los avances desde el año 2000 han sido ciertamente importantes, al reducirse el número de muertes causadas por el SIDA, así como el número de nuevas infecciones, de forma considerable. Estamos por tanto, en la senda de alcanzar la visión de cero nuevas infecciones por el VIH, cero discriminación y cero muertes relacionadas con el SIDA.

Los problemas asociados al SIDA siguen siendo, no obstante, un importante obstáculo para el desarrollo económico y social en muchas partes del mundo, donde el acceso a los medicamentos antirretrovirales es limitado, y donde la información de las personas sigue siendo muy limitada, debido a la pobreza y las carencias educativas estructurales.

En nuestro contexto, es preocupante el incremento de comportamientos sexuales de riesgo en los jóvenes, fruto de la bajada de guardia ante la perspectiva de que la enfermedad ya no es mortal. Y, asociado con ello, la persistencia de la estigmatización y rechazo de los enfermos, fruto de la desinformación sobre las causas de la enfermedad.

Frente a todo ello, es necesario que mantengamos un compromiso constante, y apostemos de modo persistente para hacer realidad la visión de un mundo sin SIDA, fortaleciendo políticas que contribuyan a aumentar la información y formación sobre las causas, las consecuencias y las medidas preventivas frente al VIH, como vías de concienciación e implicación de la sociedad, especialmente de los jóvenes.

Desde la ciudad de Elche, enviamos un mensaje de solidaridad emplazando a toda la ciudadanía a que entre todos, cerremos la brecha.