o que no se nombra no existe, ahora si te nombra «Podemos», te conviertes en punto de mira. Tanto es así, que no hace falta ser ninguna gurú de la comunicación ni doctora en Ciencias Políticas para constatar que, la agenda política la está marcando esta fuerza emergente para demérito de los dos grandes partidos. Así ha ocurrido con la «educación concertada» tras la entrevista que Ana Pastor le hizo al líder de Podemos hace dos semanas. En ella, Pablo Iglesias se mostró partidario de reducir la enseñanza concertada y de promover la educación pública. Rápidamente, han salido detractores de tal medida enarbolando cifras en diferentes titulares y artículos de opinión. Pero no se trata sólo de opiniones, en el caso de la Comunidad Valenciana, aparecía una noticia en el ABC (20/11/2014) anunciando que «Educación agiliza el proceso para "blindar" la enseñanza concertada» y aludiendo sin reparos a que el Consell no se abstrae del posicionamiento de fuerzas políticas «emergentes» como Podemos o Compromís de cara a la próxima cita electoral. ¡Cuidado, que viene el lobo!

Explicaré mi opinión sobre el tema que, dicho sea de paso, es la opinión y el sentir de muchas personas defensoras de la Educación pública, me refiero a sindicatos, partidos como Compromís o EU, y hasta muchos y muchas militantes de base del PSOE. Bien es cierto que la red de la enseñanza concertada se crea con el deseo de universalizar la educación; también es cierto que los socialistas impulsaron la enseñanza concertada en la Comunidad en su etapa de gobierno autonómico, pero desde que gobierna el PP en la Comunidad Valenciana y especialmente en estos últimos años, se detecta un deseo -por no decir empeño- de invertir la pirámide educacional, trasvasando alumnado y recursos de la pública a la privada. Los partidarios del progresivo aumento de la enseñanza concertada se basan en tres motivos: la libertad de elección de las familias, la demanda que tienen los centros y su continuidad para garantizar el trabajo de los docentes. Enfrente, la defensa de la Enseñanza pública lleva tiempo denunciando el cierre de aulas en colegios de la red pública y la dotación de nuevas aulas en colegios concertados y privados. Vaya por delante que no es mi intención suprimir el sistema de la concertada, ahora bien, me parece de mala fe jugar con cifras, ofrecer opiniones interesadas y sesgadas y contribuir con ello al desprestigio de la Educación pública. La supuesta libertad de elección es un criterio que permite elegir un colegio en función de su contexto. Conviene recordar que las instalaciones de la red concertada son mejores que las de la pública; sus docentes no siguen los mismos criterios de contratación que los de la pública. Si bien se trata de un colegio «privado», recibe subvención pública y sabemos que la discrecionalidad opera en algunos centros de ideología religiosa. Los criterios de admisión del alumnado tampoco siguen el procedimiento de la pública, siendo en algunos casos relevante el que uno de los padres fuera antiguo alumno. Finalmente, la CV ha puesto en funcionamiento un nuevo modelo de privatización de la Educación que consiste en ceder suelo público a empresas que gestionarán los nuevos colegios, emulando así el modelo publico-privado que se aplica en Sanidad.

Para resumir, la Educación no se vende ni se alquila ni se cede a una ideología religiosa. No es justo que haya trasvase de recursos públicos hacia centros concertados o privados porque la Educación pública es la que garantiza un derecho sea cual sea el origen o estatus, y en ella los docentes son contratados con transparencia (por concurso oposición o bolsa de trabajo). Quienes llevamos alertando de este perverso desequilibrio no queremos mandar a nadie al paro, sólo queremos garantizar que los recursos públicos se destinen a toda la población, sin filtros ideológicos, que se dignifique la Educación pública y que no se utilicen argumentos perversos para perpetrar desigualdades laborales de los docentes y desigualdad de oportunidades de los escolares. Mientras las aulas de la pública se vacían, aumentan las aulas en los concertados y privados. ¿Porque la enseñanza es peor? Falso, porque la concertada y privada es un filtro para garantizar la homogeneidad, por arriba, del alumnado dejando la pública cual contenedor para el alumnado inmigrante y concentrada en las zonas más desfavorecidas. Si la mayoría acudiera a la pública, como cuando mis hijos iban al colegio, recuperaría su fama de renovación pedagógica, de apoyo a la diversidad, de igualdad, de libertad y progresía que tuvo antaño. Hemos entrado en el bucle de desprestigiar los servicios públicos -la Sanidad y la Educación- que convirtieron a este país en un país moderno y puntero. Abandonada a tu suerte, Educación pública, tuvo que nombrarte Pablo Iglesias para que saltaras al ring del debate político. Conviene que se diga toda la verdad sobre ella porque, como diría Javier Sádaba, la verdad si no es completa, se convierte en aliada de lo falso.