Acabábamos de superar el impacto y las diatribas por el anuncio de la lotería cuando ya estamos tirándonos los trastos a la cabeza por el de Freixenet. Y menos mal que lo que ambos anticipan es la llegada de la dulce Navidad, que si llegan a avisar del Debate sobre el Estado de la Nación... pero es que esto último subyace en el fondo de ambas campañas y de ahí que, por cualquier historia, pueda armarse la marimorena.
Aunque el presidente de Freixenet y de la Fira de Barcelona, José Luis Bonet, se ha hartado de proclamar que «Cataluña es una parte esencial de España», lo cierto es que la popular casa de San Sadurní de Noya se fundó en 1914, por lo que tampoco es para ponerse hecho una fiera si el mensaje de las burbujas es «Por los próximos cien años juntos». Pues, se han puesto. Nada más verlo, la diputada de CiU Elena Ribera le dio al tuit: «Freixenet buscant no perdre quota de mercat brinda per 100 anys junts. Acaba de perdre dos milions de consumidors catalans...potencials». Alguien de su círculo -estos de Podemos te salen por todos lados- debió darle un toque y no se le ocurrió más que escribir entonces: «En cap moment he tingut intenció de demanar el boicot a ningú. Si he donat peu a aquesta interpretació ho retiro i demano disculpes». ¿Redactó que lo mismo perdían dos millones de clientes y habla de interpretación? O la parlamentaria es muy dúctil o se había bebido media cosecha. El caso es que entre las llamadas precedentes de signo contrario y la actual, el cava parece el oscuro objeto de toda esta zapatiesta mientras que a Mas lo ves ahora y levita. Teniendo en cuenta que en el anuncio sale Bisbal, como a Ribera le dé por juntarse con el edil al que le entran ganas de cargarse al cantante en cuanto lo ve moverse, igual a los únicos que se deja en paz son a los que, de verdad, nos tocan la zambomba.
