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Tribuna

No lo merecemos

Cuando las reglas y leyes no son iguales para todos se producen tensiones y mirar para otro lado, a la espera de que el problema desaparezca, no conduce a ninguna salida. Esa es la posición de la autoridad competente en este asunto. Entretanto, el problema -lejos de resolverse- está tomando unas proporciones muy preocupantes; así que, o se adoptan medidas sin demora o, cada día que pase, más complicado será solucionarlo. Hablamos de un conflicto que ha enfrentado a los promotores inmobiliarios con la industria hotelera, de la formamos parte como miembros activos, porque ellos defienden -en su propio interés- que los particulares puedan alquilar por temporadas sus viviendas a turistas y nosotros nos oponemos a una actividad ilegal, que fomenta la economía sumergida, el intrusismo profesional y la competencia desleal, además sin garantías para los clientes.

¡Que nadie se engañe! Que esto no va de unas cuantas familias apuradas que arriendan su apartamento para sacarse un dinero extra. No, la cosa se ha profesionalizado, es un negocio muy rentable y hay millones de euros en juego. Hasta el punto de que los promotores inmobiliarios, ante nuestras quejas más que razonables contra el alquiler de alojamientos no reglados, han optado por atacar a la industria hotelera. Al mismo tiempo, exigen al Consell que por ley se permita a los particulares alquilar viviendas con fines turísticos, sin más requisitos que la inscripción en un registro público y un seguro de responsabilidad civil, amén de pagar sus impuestos.

Los hoteleros integrados en la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante (APHA), al igual que han manifestado nuestros compañeros de la Federación de la Comunidad Valenciana, en la que estamos integrados, consideramos absolutamente insuficiente la propuesta de los promotores inmobiliarios para regular el arrendamiento de viviendas particulares a turistas. Pero, además, lo que de ningún modo podemos consentir es que pretendan demonizarnos, señalando que si se ponen restricciones a este tipo de alquiler se dejarán de comprar viviendas.

Cierto es que el arrendamiento de apartamentos por parte de particulares no es un problema nuevo, pero en los últimos tiempos han proliferado las plataformas especializadas de alquiler de viviendas privadas para uso turístico, llegando a poner en el mercado cientos de miles de éstas en toda España y decenas de miles en la Comunidad Valenciana.

El leve incremento de ocupación en los hoteles y otros alojamientos turísticos de la Comunidad y de Alicante, de enero a septiembre, no se corresponde con el incremento de los viajeros que nos visitaron en estos mismos meses. Valga, a modo de ejemplo gráfico, el dato del incremento de turistas que llegaron sólo por el aeropuerto de Alicante-Elche: un 5% más aproximadamente que el año pasado, lo que supone 375.000 personas; mientras que la ocupación en los hoteles de la Asociación ha crecido un 2,5%. Las cifras no cuadran, por lo que resulta evidente que muchos de los viajeros se alojaron en apartamentos no reglados, generando una actividad ilegal y de intrusismo en la industria hotelera.

Tal y como ha declarado el vicepresidente del Instituto Tecnológico Hotelero, Jesús Gatell, en la publicación de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos del mes de octubre, una comparación de los requisitos exigidos a un establecimiento hotelero y a una vivienda privada demuestra que las reglas no son iguales para todos (ver cuadro adjunto).

La legislación de la Comunidad Valenciana en nuestro sector es una de las más exigentes del país, sino la más; con constantes implantaciones de nuevas normativas para mejorar la calidad del producto y servicio hotelero.

Además, difícilmente transcurre un día sin que alguno de nuestros hoteles asociados tenga una inspección por parte de una u otra administración responsable, cosa que no puede sucederles a los apartamentos no reglados puesto que, de momento, no están sujetos a control. No podemos aceptar que en el mercado se compita con diferentes normas; queremos jugar con las mismas reglas del juego para todos. Y no es que temamos a la competencia, porque si hay una industria que está orientada hacia ella, con la filosofía de la mejora continua, es la nuestra.

Los promotores no sólo nos acusan de amenazar la recuperación del sector inmobiliario, sino de dar una imagen negativa al turismo extranjero. Sin embargo, si España es la segunda potencia turística mundial se debe a la imagen de calidad de las instalaciones de primerísimo nivel que tenemos en hoteles de ciudad y vacacionales, porque durante décadas hemos hecho un gran esfuerzo inversor pensando a largo plazo, ya que no somos una industria especulativa. Así pues, se han realizado grandes inversiones económicas en nuevos hoteles, en reformas parciales o integrales de muchos establecimientos, que en buena medida se deben a la necesidad de adaptarse a las normativas que citábamos anteriormente; e inversiones en formación de equipos humanos y en procesos de sistemas de calidad, para garantizar el servicio al cliente. Trabajando, constantemente, con el complicado objetivo de satisfacer las exigencias de las diferentes tipologías de clientes de cualquier nacionalidad. Sin duda, ha sido la industria hotelera la que ha liderado el posicionamiento de la buena imagen y el prestigio de la marca turística España, pero desconocemos nada que haya aportado el alquiler de apartamentos no reglados.

Durante estos larguísimos años de crisis, generada por sectores por todos conocidos, nuestra trayectoria nos ha permitido pertenecer a una de las industrias estratégicas del país: el turismo, aportando más de un 15% al PIB, tanto de nuestra Comunidad como de España, creando más de 600.000 puestos de trabajo anuales, entre empleos directos e indirectos. Es una realidad que nos enorgullece y nos recompensa el esfuerzo que venimos haciendo año tras año; porque eso sí que es economía colaborativa, la de generar crecimiento económico, ingresar en el erario público y participar con nuestros impuestos en el mantenimiento del Estado del Bienestar.

Por todo ello, sólo nos queda exigir a la administración pública una toma de postura única y clara, como ya se está haciendo en Baleares, Cataluña y Madrid; que son las comunidades más influyentes en ámbitos turísticos junto con Canarias y Costa del Sol. La Comunidad Valenciana, por su peso en la industria turística, no se puede quedar atrás. No lo merecemos.

(*) En representación de la junta directiva de APHA.

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