El exsenador Franco, factótum, da igual si está dentro o está fuera, del PSOE alicantino, ha presentado al fiscal un duro alegato contra la Policía, en la que acusa a ésta de manipular la investigación del llamado «caso Rabasa» para, por medio de conclusiones no apoyadas sobre hechos, implicarle en la presunta trama corrupta. Estoy seguro de que la alcaldesa Castedo firmaría esa denuncia, puesto que coincide con lo que ella viene diciendo. Tratándose de Franco, podría hablar aquí del manipulador, manipulado; el cazador, cazado y otras lindezas por el estilo, puesto que manda narices quién fue a hablar de intenciones torticeras. Pero tiene razón: el informe policial lo sitúa como hombre clave en la corrupción y no aporta para ello ni una sola prueba, como demuestra el hecho de que ni haya sido detenido ni imputado. A ver qué dice el candidato mudo que él puso.
