Basta echar un vistazo a las fotografías de su casa, o al vídeo que acompaña la noticia, para darse cuenta de que a Guillermo le hacían falta esos 60.000 euros que la fortuna le trajo en forma de décimo de lotería agraciado con el primer premio el pasado sábado. El hombre, que además lo había pasado muy mal hace año y medio al sufrir un infarto, se llevó el susto de su vida cuando unos ladrones le asaltaron en su casa para llevarse el décimo premiado. No lo consiguieron. Pero el mayor disgusto a lo mejor todavía no se lo ha llevado. No sé si sabrá que cuando vaya a cobrarlo Hacienda se quedará directamente con 12.000 euros. Es otro tipo de robo, menos violento, pero para mí robo al fin y al cabo. El Estado ya se queda parte de lo que recauda a través del Organismo Nacional de Loterías y Apuestas. Si además, para una vez que te llevas una alegría, te quitan el 20 por ciento, es un robo.