«A los 15 años entraba en un bar y me costaba tanto conseguir una copa que me llamaban el Elche». Con esta chorrada sin gracia, con esta zafia ocurrencia se despachó la presentadora Eva Hache en la Gala de Premios de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para intentar animar a un auditorio que asistía indiferente al discurso pretendidamente chistoso y moderno de esta notable cómica, muy desubicada anoche entre tanto futbolista y entrenador. Le ha faltado tiempo al coro de «progres» de ocasión y abajofirmantes para salir en defensa de Hache y criticar el escaso «sentido del humor intelectual» de los asistentes a la gala porque no le reían las presuntas gracietas a la presentadora. El colmo. Aunque sea un desliz sin excesiva importancia de los guionistas o de la propia comedianta, ¿es necesario gastar bromas absurdas sobre un club casi centenario acerca de su mayor o menor capacidad para conquistar trofeos? ¿Nadie de la Liga recuerda que en la gala del pasado año el Elche fue uno de los grandes protagonistas por su brillante ascenso a Primera? No vamos a pedir a los prebostes de la patronal de clubes que recuerden que el conjunto franjiverde disputó la final de la Copa frente al Athletic en 1969, pero sí que tengan más respeto por su afición y por los propios miembros de la Liga. Al margen del ninguneo de esta gala al campeón Atlético de Madrid, no es de recibo el estrechísimo marcaje de la LFP al Elche con el límite presupuestario y los fichajes cuando permite que otros grandes venidos a menos mantengan una deuda multimillonaria con un nuevo estadio paralizado y fichen a sus anchas; no se entienden los absurdos horarios con que fustigan a los modestos (el Elche juega este domingo a las 21.00 y jugará en Anoeta el 29 de noviembre a las 22.00, a la misma hora que en Almería), ni tampoco la reiteración de arbitrajes nefastos jornada tras jornada. De modo, señor Tebas, insigne presidente de la Liga, que menos guasa y más seriedad con los clubes, profesionales y aficiones. Y en cuanto a Eva, musa de la progresía, querida, cambia de guionistas.