La mañana del lunes 6 de octubre presenté por Registro General de Entrada mi renuncia al acta de concejal del Ayuntamiento de Sant Joan d´Alacant, adscrito al Grupo Municipal de Esquerra Unida.

En la toma de esta decisión intervienen dos vectores de análisis a tener en cuenta, los cuales quiero compartir con los vecinos y vecinas de Sant Joan:

Desde hace meses considero que mi labor al frente del Grupo Municipal no estaba siendo valorada positivamente por la mayoría de la Asamblea local de EU de Sant Joan. Las sucesivas asambleas se habían convertido en un lugar mayoritariamente hostil a mi persona y a las posiciones políticas que he defendido históricamente en EU. Desde ese punto de vista, la situación de había vuelto insostenible.

También creo que es fundamental destacar mi alejamiento de las posiciones que se vienen aprobando en los diferentes órganos de dirección, tanto de Izquierda Unida, como de Esquerra Unida, sobre todo en lo relativo a la política de alianzas con otras fuerzas políticas. La subordinación a partidos que en lo económico defienden políticas económicas calcadas al PP creo que es absolutamente nocivo para IU. Para muestra un botón: el Pacto de Gobierno en la Junta de Andalucía. Se vende la idea de que el problema está en el PP y sus políticas restrictivas, y que desalojando al PP de las instituciones los recortes sociales desaparecerán. Creo que esto es absolutamente erróneo y oculta la realidad de fondo del problema, que no es otro que la inviabilidad e insostenibilidad general del sistema capitalista, ya sea en su versión neoliberal o en su versión socialdemócrata. A nivel interno en la pluralidad de EU, mi apoyo a la dirección política actual del PCPV me ha granjeado muchas enemistades. Por no hablar de mis críticas públicas a la denominada "confluencia de la izquierda". Se pretende en lo esencial desdibujar los principios fundacionales de IU sin concretar nada en el terreno del programa. Un viaje peligroso ya recorrido en el pasado, con poco éxito.

Creo que siendo el único concejal de EU en el Ayuntamiento, estas disyuntivas se habían vuelto insalvables y no me quedaba otra solución que dimitir. De esta forma los compañeros y compañeras de EU, a través de sus órganos de dirección, podrán determinar lo que consideren que sea lo mejor para la organización.

Me gustaría destacar que, a diferencia de los tres anteriores concejales de EU en el Ayuntamiento de Sant Joan (Manuel Giménez, José García y Marisol Moreno), yo pongo mi cargo de concejal a disposición de quien es su legítima depositaria: Esquerra Unida. Cuando un cargo público tiene una divergencia política tan grande con la organización a la que representa, sólo le queda un camino decente para respetar a su organización y a los electores que confiaron en la candidatura de la que formó parte: presentar su dimisión. Siempre he criticado a los que, desde el transfuguismo, hacen uso de los cargos institucionales para buscar salidas personales y desvirtuar las posiciones políticas.

Ahora será la Asamblea local de EU la que de manera colectiva y democrática decida el rumbo que deba seguir la organización. También me gustaría agradecer a los compañeros que siempre me dieron su aliento, y a todos aquellos ciudadanos y ciudadanas anónimos de mi municipio que me animaban a seguir haciendo oposición al Gobierno conservador presidido por Manuel Aracil. He actuado en el Ayuntamiento lo mejor que he podido y he sabido, siempre defendiendo por encima de cualquier consideración las posiciones políticas y el programa de Izquierda Unida. Ahora como simple militante de base (tanto del PCE como de IU), sólo puedo desear suerte a EU. Creo sinceramente que, de cara al futuro más inmediato, la vamos a necesitar.

César Vilar. Militante del PCPV-PCE y exconcejal de EUPV en el Ayuntamiento de Sant Joan d´Alacant.