Somos cada día más los ilicitanos, de todos los signos políticos, que consideramos que Elche necesita un cambio, que necesita adoptar un nuevo rumbo como ciudad. Después de algo más de tres años de gobierno municipal del PP, y de una decepción generalizada, urge el relevo en la alcaldía; es necesaria una nueva manera de gobernar que conlleve un cambio de orientación en la gestión cuya prioridad fundamental sean las personas y sus necesidades reales. Porque, tras un periodo en el que la prioridad ha sido lo banal y lo superfluo, resulta apremiante trabajar para recuperar los niveles más elementales de bienestar social que han sido duramente recortados, así como trabajar con ahínco para corregir las profundas desigualdades sociales creadas en este tiempo y, de este modo, ser capaces de mejorar las condiciones de vida de los ilicitanos.

Esa necesidad de cambio que proponemos supone el firme compromiso de poner fin a una etapa gris en la gestión del actual gobierno municipal lamentablemente marcada por la falta de transparencia, el autoritarismo y el clientelismo. Elche precisa cuanto antes de un proyecto político de ciudad serio, progresista, creíble, viable y que contemple el diseño de estrategias de futuro que sirvan realmente para reactivar y potenciar los diversos sectores económicos del municipio, tales como la industria, el comercio, la agricultura y el turismo. Y, por otro lado, comenzar a trabajar ya de una forma decidida para sentar las bases de un nuevo sistema productivo a nivel local, una apuesta por las energías limpias, la tecnología verde, la biotecnología y el sector aeroespacial, que nos abran el camino hacía la vanguardia industrial del país y nos permitan construir entre todos un futuro mejor.

Elche, los barrios y las pedanías, requieren de un cambio que, al mismo tiempo, devuelva la calidad a unos servicios públicos municipales excelentemente valorados por los ciudadanos durante años y que, en el actual mandato del PP, han sido pasto de la desidia y el abandono, experimentando un deterioro muy considerable Es necesario abrir una nueva etapa en la que el Ayuntamiento tenga como prioridad atender y apoyar a las personas más necesitadas, a aquellas que peor lo están pasando por los efectos de la crisis y por la política de recortes y austeridad a ultranza diseñadas por el PP. Es preciso también tender puentes con la sociedad civil ilicitana y desterrar actitudes demasiado frecuentes ahora y que esta ciudad tenga un gobierno municipal que sepa escuchar a todos los ciudadanos y ofrecer dialogo, soluciones y respuestas a los problemas, sin sectarismo ni animadversión partidista.

El proyecto político que impulsamos y defendemos se apoya, fundamentalmente, en la transparencia, la honestidad, la igualdad de oportunidades y la participación de los ciudadanos. Por ello, el cambio que Elche necesita también pasa, entre otras acciones, por facilitar que los ciudadanos puedan participar e involucrarse de forma efectiva y real, en las decisiones del Ayuntamiento y las soluciones de los problemas de la ciudad. En esta forma de entender la ciudad, resulta imprescindible que el Ayuntamiento se convierta en uno de los principales motores que dinamicen la economía local. Consideramos que el presupuesto municipal debe ser un instrumento clave para reactivar la economía y redistribuir la riqueza a través de las políticas de ingresos y de gastos. Habrá que gestionar, por tanto, el presupuesto con talento y con eficiencia, y habrá que impulsar la inversión municipal en actuaciones públicas útiles y necesarias, porque la inversión mejora la ciudad y al tiempo genera un incuestionable efecto multiplicador sobre la economía, creando empleo y riqueza. Por otra parte, consideramos que el Ayuntamiento ha de tener la máxima implicación en la mejora del sistema educativo, la sanidad y los servicios de atención a la dependencia. Ante las carencias educativas, deficiencias sanitarias y falta de apoyo a los dependientes y a sus familias, el gobierno municipal no debe mirar para otro lado y alegar, sin más, que carece de competencias para intervenir en estas materias. El Ayuntamiento de Elche, no puede mostrase sumiso ante las administraciones autonómica y estatal, sino que ha de mantener una actitud reivindicativa razonada, constante y rigurosa en defensa de los intereses de todos los ilicitanos, anteponiendo las necesidades de los ciudadanos a los dictados partidistas.

Y, lógicamente, para llevar a cabo este cambio hace falta un nuevo equipo de trabajo responsable que dirija y coordine la actuación municipal con rigor y seriedad, cumpliendo estrictamente el programa electoral como si de un contrato con cada ciudadano se tratara. Así, en este ilusionante proyecto me acompañan compañeros y simpatizantes que constituyen la base más sólida de mi candidatura. Mujeres y hombres honestos, que comparten las mismas ganas y deseos de trabajar por una ciudad mejor, socialistas de todas las edades que nos ofrecen desde la experiencia de la veteranía, forjada en años de trabajo por y para la ciudad, hasta el atrevimiento de los más jóvenes, cuyo empuje y nuevas ideas son fundamentales para poder entender los ejes que vertebran este proyecto.

Estoy seguro que el necesario cambio de rumbo que hoy reclaman muchos ilicitanos e ilicitanas nacerá del proceso de primarias que en estas semanas afronta el PSOE. Y en ese contexto nosotros proponemos un proyecto enraizado con Elche y sus tradiciones, pero sobre todo con las necesidades sociales, con una actuación presidida por la ética, la honradez y la responsabilidad política. Dicho desde la máxima humildad, los socialistas que conformamos esta candidatura, estamos preparados para asumir el reto de devolver a la ciudad la dignidad y la ilusión, para impulsar las políticas de progreso que borren la huella de la crisis y que conviertan Elche en un modelo a seguir en la Comunidad y en el conjunto de España.