Y en ese tramo, ya con cercanas auroras otoñales, va el Gobierno de la todavía Nación Española y deja Alicante, una vez más, y ya van unas cuantas decepciones, fuera del Corredor Mediterráneo. Con lo que tal decisión habrá de suponer para los intereses de la que todavía es una de las primeras provincias españolas en población y capacidades económicas. Hasta dejar el solar alicantino en un triste erial, al paso que van ciertas cosas para esta tierra que, habrá que recordarlo cuantas veces hiciere falta, fue catalogada como «el Japón del Mediterráneo». ¿Que lo que aquí hay que acometer es hablar de toros y toreo? De total acuerdo, pero nada, ni nadie, privará a este que firma de expresar el dolor del ninguneo gubernamental. Aunque, eso sí, y con qué placer, es bueno, justo y necesario mostrar la satifacción por el rotundo éxito de la corrida de toros celebrada en Villena, el pasado domingo, día 7 del mes en curso, lo que supone un mentís rotundo a los agoreros que pusieron trabas y estólidos empeños en que la Fiesta despareciera de esa entrañable ciudad. Tan cercana en la distancia y en la feliz memoria de festejos con presencia de toreros de gran renombre. Es pura y rica historia. Un respeto.
Septiembre, con el cercano horizonte de Madrid y Zaragoza, aporta la rica presencia de ferias de acusada raigambre en el taurino calendario. Mes de sentidos patronazgos que, aparte la ocasión religiosa, 0 quizás por tal circunstancia, gusta conmemorar devociones sumando la presencia del toreo. Es el mes de las plazas de segunda categoría, el más significado en tal aspecto por la categoría de los carteles. Quizás la palma de la excelencia se la lleva Albacete, sin desmerecer otras de reconocidas famas, a pesar de que las cirunstancias económicas hayan obligado a la reducción de festejos. A la capital manchega acuden las figuras, casi todas, sin Morante ni Manzanares, dos años ya sin acudir el de Alicante. Con un toro de bien cuidado trapío y precios adecuados, mantiene una muy notable asistencia de público, además de una afición que suele valorar con tino lo que en su arena sucede. De ahí su buen fama. En el tramo final...
A tener en cuenta Valladolid, Murcia, inolvidables sensaciones allí vividas, la ganadera Salamanca, donde Hermoso alterna con Morante y Manzanares, además de festejo de cuatro matadores: Ponce, Juli, Perera y del Álamo; el exigente toro de Logroño, se supone; la vendimia de Nimes, Guadalajara, Pozoblanco, memoria de «Paquirri», el breve clasicismo de San Miguel en Sevilla. Intenso tramo final de temporada. Alicante. Septiembre.
