Por manido no es menos real el dicho de que la venganza es un plato que se sirve frío. Ahí está la otrora deprimida ex del presidente François Hollande, Valérie Trierweiler, despachándose a gusto de su ex y arrasando en ventas con el libro Gracias por este momento en el que desmenuza su relación con el mandatario galo. Lo que no debería ir más allá de un nuevo capítulo de la saga de cotilleos que envuelve desde hace lustros a los gobiernos franceses, se puede, sin embargo, convertir en una pesadilla política para el presidente.
Y es que Trierweiler le da en su línea de flotación al afirmar, entre otras lindezas, que, mientras que en público Hollande se presenta como un hombre de izquierdas con sensibilidad social, se refiere en privado a los pobres de forma despreciativa como «los sin dientes», por aquello de que no tienen dinero para empastes ni implantes, una «bromita» que no parece que vaya a hacer saltar de júbilo a sus seguidores. En otro capítulo de su libro, la exprimera dama alude al carácter del presidente afirmando que «En el Elíseo, se deshumaniza. Es frío, ya no sonríe.
Soy su títere, no valgo nada. Silencios y observaciones mordaces me hacen perder gradualmente la confianza en mí misma». Trierweiler confiesa que recibió como un mazazo la noticia de que su entonces pareja tenía un lío con la actriz Julie Gayet y que, tras la ruptura, él le ha enviado multitud de mensajes, incluso 29 en un día, lo que no debe hacerle mucha gracia a su nueva novia. Supongo que, tras la publicación del libro, habrán cesado los mensajitos, más que nada porque ha quedado en evidencia que Valérie no está dispuesta a callarse nada. Y es que no hay nada peor que una persona despechada. Es lo malo de las relaciones; confías en que la persona con la que compartes cama va a quererte y respetarte siempre y no te cortas al mostrar tus miserias, y al confesar lo inconfesable. Pero cuando la cosa se rompe, la confianza te puede explotar en la cara, sobre todo si el despreciado tiene munición y una buena diana sobre la que dar en el blanco.
