La Universidad Pontificia de Comillas ha publicado una declaración, que dice: «Defensa de la vida humana naciente y protección de cada mujer gestantes». El escrito trata de poner orden y serenidad en el debate actual sobre la próxima Ley del Aborto. El orden consiste en «encontrar las verdades fundamentales acerca de la existencia humana».

Y no cabe duda de que la dignidad y el valor de la vida humana, desde su origen hasta el fin, es un derecho humano fundamental. En los últimos años, nuevos avances en el conocimiento de la biología molecular del embrión y del feto nos llevan a la convicción de que, desde la concepción, nos encontramos ante una nueva vida humana, distinta de sus progenitores, y que, aunque dependiente y en fase de desarrollo, merece el respeto y la protección de la que gozan todos los seres humanos.

Este tema pertenece a los derechos humanos y no a las preferencias personales o a la elección privada. Por lo cual no es tema de debate político. El escrito lamenta el sufrimiento de la mujer embarazada, que es víctima tanto del conflicto interno como de la presión social, economía, psicología y política. En su segunda parte, la declaración lamenta que a veces se presenta la maternidad de la mujer como una limitación de su libertad personal. La libertad de la mujer no debe ser objeto de ataques a su persona, por considerarla poco reflexiva ante los problemas económicos, sociales, educativos, etc. que trae consigo la práctica de la maternidad.

Finalmente, el documento expone, con toda claridad, los deberes del Estado y de la misma sociedad, en su conjunto, que no deben poner dificultades a la mujer embarazada y a su futuro niño, sino que deben promover políticas efectivas de protección a la maternidad y facilitar la solución de toda clase de problemas, que puedan perjudicar a la madre o al futuro niño.