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Bochorno en las aulas

Lunes

ALGO COMPLEJO

Un matrimonio inglés ha sido detenido en España por haber secuestrado a su hijo enfermo de cáncer del hospital londinense donde estaba ingresado. Son Testigos de Jehová y es sabida la renuencia de esta confesión a aceptar terapias tan obvias como las transfusiones de sangre. Nuestro Tribunal Constitucional solventó este asunto hace veinte años confirmando que la vida prevalece sobre las creencias y a ese árbol se encaraman los editoriales de hoy sin adentrarse en el bosque. La opinión mayoritaria alega por mero sentido común que la protección de los menores es de interés público (de ahí por ejemplo que su escolarización sea obligatoria hasta cierta edad) y provisionalmente no corresponde ni siquiera a los padres decidir sobre la salud de su hijo. Pero éstos bien pudieran haber requerido una segunda opinión profesional que quizá les fue denegada por desconfianza hacia sus creencias. Supongamos que en los próximos días surge esta segunda opinión que haga razonablemente compatible el tratamiento del paciente y el respeto a las creencias de sus padres ¿Tendrían razón entonces?

Martes

INTOLERABLE

Hoy aparece una noticia colateral sobre el Mundobasket en el que España está confirmando que los blancos también la saben meter (es el ambiguo título de una película olvidable sobre baloncesto callejero). Ocurre que el locutor del pabellón bilbaíno ha sido despedido por proferir un comentario machista mientras las cheerleaders amenizaban un tiempo muerto. Las muchachas se contorsionaban al ritmo de una canción de Enrique Iglesias cuyo título aproximado vendría a ser «esta noche serás mía» u otra ordinariez similar y al hombre le pudo la charlatanería libidinosa cuando se preguntó retóricamente por el micrófono quién no querría pasar la noche con cualquiera de las bailarinas. Ha sido finiquitado hoy y al menos debe agradecer que con Ben-Hur desaparecieran los galeotes. Pero admiren las contradicciones de la reversible moral contemporánea. Nadie se ha escandalizado de que Enrique Iglesias cante bobadas para que unas niñas bailen en paños menores.

Miércoles

EL ALGUACIL ALGUACILADO

Un amigo me comenta cierto rifirrafe entre Alfonso Guerra y Monedero (la eminencia ideológica de Podemos) en la televisión que Berlusconi ha prestado a la troupe de Pablo Iglesias y me abalanzo sobre internet para presenciar el espectáculo en diferido. Son apenas veinte minutos paradójicos: Monedero es un calco del Alfonso Guerra de hace cuarenta años y Guerra el Fraga de entonces que quiere cambiar algo para que todo siga fundamentalmente igual. Monedero le apabulla desde su presunta virginidad política y la incoherencia vital del otro ¿Cómo puede extrañarle al padrino del clan de los Guerra que se mencione cien veces la palabra "casta"? Comienzo a carcajearme cuando Monedero habla campanudo en nombre de los humildes y Guerra le tacha de demagogo. Cuando Guerra se parecía a Monedero y no a Fraga, arropó en un mitin a Juan Barranco, el candidato socialista a la alcaldía de Madrid, y describió a sus votantes como «descamisados» para recalcar su superioridad moral sobre los de la derecha. Aquello apestaba y redondeó el tirabuzón mitinero refiriéndose al padre de Barranco como «un modesto albañil». En realidad era un modesto sargento de la Guardia Civil.

Jueves

PADRE PADRONE

Jordi Pujol ha prometido al parlamento catalán que comparecerá cuando le dé la gana y sus herederos políticos (los consanguíneos siguen atrincherados) le han agradecido el gesto. Este hazmerreír casa perfectamente con la opereta en que ha degenerado la política catalana desde que en 1978 se entregó Cataluña en depósito a los nacionalistas bajo condición de que no molestaran en Madrid y trampearan con discreción. Una farsa. Adviertan que Pujol ha confesado lo que probablemente constituye un delito y ningún juez le ha citado todavía a declarar, esas notas exóticas que nos distinguen de los concienzudos alemanes. Cómo podría entender un, pongamos, tendero de Berlín que el presidente del Palau de la Música cargara a las cuentas de la institución los gastos del banquete nupcial de su hija y ¡después le reclamara la mitad del importe a su consuegro! Es intraducible al alemán.

Viernes

EL SOL NO DA DE BEBER

Que es el título de una bellísima canción de Silvio Rodríguez adoptada como himno forzoso por nuestros escolares tras su regreso a las aulas. Hay que reconocer a las autoridades educativas sus progresivos esfuerzos por aproximarnos al ideal aristotélico: tras los barracones prefabricados, el aire libre de la academia ateniense y la enseñanza peripatética (no, no es un periplo patético aunque por una vez el juego de palabras esté justificado). Los niños se achicharran en las aulas, los profesores intuyen sensatamente que ni siquiera Einstein podría rendir a treinta grados de temperatura y algún impertinente se pregunta en voz alta si sobran días lectivos. La consellera (conviene recordar que existe este cargo cuya sede se encuentra en un remoto lugar llamado Valencia) ha despachado insuperablemente la combustión colectiva: es algo circunstancial. Bueno, un terremoto también es algo «circunstancial» pero a nadie se le ocurriría iniciar las clases entre cascotes en caída libre.

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