Identificar el síndrome de Asperger en un niño, incluso una persona adulta no resulta nada fácil. De hecho, se calcula que una de cada dos personas que lo padece no está diagnosticada. Sin embargo, ser conocedores de la existencia del mismo, resulta crucial para su tratamiento. Por ese motivo, vamos a enumerar los síntomas que presenta, aclarando que, en cualquier caso, la última valoración debe realizarla un profesional.

En primer lugar, el sujeto que padece Asperger muestra unas habilidades sociales y emocionales muy determinadas. No parece tener interés por relacionarse con los demás. Prefiere las actividades solitarias. Tampoco le gusta salir de casa, ni ir al colegio. Le cuesta comprender los sentimientos y las intenciones de los demás. Cuando se le anima a que participe en un juego de equipo, tiene dificultad para comprender las reglas y, empleando sus propios criterios, pretende ganar siempre.

A la hora de comunicarse, se expresa de forma muy sincera, pero evita el contacto visual. Su lenguaje lo percibimos como artificial. Emplea expresiones pedantes. No comprende las ironías, ni entiende la necesidad de adaptar su comportamiento a las diferentes situaciones sociales.

Por otra parte, se siente muy cómodo desarrollando actividades rutinarias y en la repetición compulsiva de determinadas acciones o pensamientos.

En cuanto a la habilidad para coordinar sus movimientos presenta un cierto desajuste, mostrando dificultad para coger una pelota o vestirse por ejemplo.

Sin embargo, resulta muy curioso su interés en especial por las matemáticas y las ciencias, y la enorme capacidad para memorizar datos y fechas que habitualmente exhibe.

En cuanto a qué podemos hacer si descubrimos que nuestro hijo presenta estos síntomas, lo más recomendable es, en primer lugar, acudir al pediatra y al psicólogo lo antes posible. Ellos nos darán unas pautas específicas para tratarle de la manera que más potencie sus capacidades. Ellos nos harán ver la importancia, por ejemplo, de fomentar en él los juegos cooperativos y competitivos; de ayudarles a que sean flexibles y compartan sus juguetes.

Es muy recomendable también ensayar las acciones más apropiadas ante diferentes situaciones sociales. Para comprender mejor las emociones, pueden realizar un proyecto de investigación acerca de algunas de ellas.

En definitiva, y como vemos, se trata sencillamente de personas con unas cualidades específicas que nos recuerdan que cada ser humano es único y especial.