La gente es más lista «quel» «cali» y, aunque se dé la impresión de vivir en el País de las Maravillas y estar más despistaos que un pulpo en un garaje, echa «sentensias» que pasan a la posteridad, sientan cátedra y marcan formas de vida creando escuela. Por ejemplo, Albert Einstein decía que había que preocuparse más por la propia conciencia que por la reputación «porque la conciencia es lo que eres, es tu problema, mientras que la reputación es lo que otros piensan de ti y lo que piensan los demás es problema de ellos». Por sus pelos y su desgarbada apariencia externa, el físico alemán de origen judío, que se nacionalizó suizo y luego estadounidense y se casó un par de veces -¡picha brava él!-, parecía un «pavo» que estaba más «payá» que «pacá», pero, ¡lo que son las cosas de la vida!, fue Premio Nobel.

El ex Beatle John Lennon, a quien un gilipollas, David Chapman, le descerrajó cinco tiros cuando salía de su casa en Nueva York un 8 de diciembre de 1980, decía que, a los cinco años, su madre le aseguró que la felicidad era la clave de la vida y que, cuando fue a la escuela, una maestra le preguntó que qué quería ser de mayor; él respondió que feliz. «Me dijo que no entendía la pregunta y yo le respondí que ella no entendía la vida». ¡Qué listo era!. Bob Marley, otro personaje que marcó formas de entender la vida desde la filosofía rastafari, inspirada en la creencia de que Haile Selassie (emperador de Etiopía) era la tercera reencarnación de Jah (abreviatura de Yahvéh), decía: «no vivas para que tu presencia se note, sino para que tu ausencia se sienta». ¡Qué cosas!. Tanto John como Bob «jugaron» con sustancias nada recomendables y que te pueden llevar a una esquizofrenia irreversible; vamos que no es bueno cambiar de camello sin ton ni son, ni fumar cosas raras, aunque dicen que de vez en cuando no viene mal un cigarrito de la risa (¡a mi no me gustan!). De todas formas, cada uno -¡faltaría más!- puede hacer con su vida lo que muy decentemente puede y le dejan, pero, eso sí, sin joder al resto de la peña porque el personal se rebota antes de que se santigüe un mono loco y empieza a repartir leña en plan Chuck Norris y en modo molino de viento de Don Quijote, con movimiento giratorio y envolvente incluidos, hasta dejarte la jeta como un mapa de la Vega Baja, con «montañicas» y franja litoral.

¡Este tío se ha «metío» de «to» menos miedo y se ha puesto «to» loco!, estaréis pensando, pero no; nada más lejos de la realidad, por muy jodida que sea la realidad, y mira que lo es, hasta el punto de que, a veces, nos entran ganas de meternos en la cama y no levantarnos en nueve semanas y media; o sea, plagiar al Lennon, que se metió un mogollón de días en la piltra con Yoko Ono y no salía de la habitación del hotel mallorquín donde se hospedaba ni para? (poned lo que queráis, a mí me da lo mismo y así colaboráis en esta tribuna; que lo tengo que hacer todo yo). ¡No, no me he «metío» «na», os lo prometo!. Digo esta sarta de gilipolleces porque he leído dos cosas que me han puesto casi mirando para Cartagena. Una: nueve «peperos» -tanto concejales como otros con responsabilidad de gobierno en la anterior legislatura- han declarado como imputados por no sé qué delito, aunque ellos lo niegan todo, menos que alguno participó en la matanza del día de San Valentín que ordenó Al Capone contra la banda de la familia Moran, en Chicago, el día de mi santo; ¿por qué no lo hizo el día de San Alberto?. Hombre, ir al trullo no sé si alguien irá -Capone no fue por la masacre-, pero me aseguran que lo van a pasar malamente. Y la otra cosa que me ha «sacao» de mis casillas es que Palacio ha instalado un «aparcabicis» detrás del edificio consistorial. No quiero pensar que, aunque muchos olezanos lo venían pidiendo desde hace tiempo, se ha hecho por la trifulca que se lió a cuenta de un velocípedo que se aparcaba/estacionaba/dejaba detrás de una puerta de Palacio. ¡Y las cuentas, Caroline, sin presentar!; ¡cosas de la vida!.

«No tenemos en nuestras manos la solución a los problemas del mundo, pero ante los problemas del mundo tenemos nuestras manos», que decía Teresa de Calcuta, aunque, como asegura el Dalai Lama «sólo existen dos días al año que no se puede hacer nada; uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, crecer y principalmente vivir». ¡Más vale tarde que nunca; sosi!. Me quedo con Kurt Cobain: «si mi sonrisa mostrara el fondo de mi alma, mucha gente al verme sonreír lloraría conmigo». ¡De Jordi Pujol y su burla al resto de españoles hablaremos otro día, porque ahora me voy a la playa!. ¡Cosas de la vida; maneras de vivir y cuestión de prioridades; nene!.