Bárcenas, el que fuera -nada menos- senador, gerente y tesorero del Partido Popular, solicita una fuerte indemnización del propio PP por despido improcedente en su relación laboral como tesorero. La juez del Juzgado de lo Social número 16 de Madrid ha dictado sentencia denegando la petición. Cospedal declaró que «en 2010 se le hizo un finiquito voluntario con indemnización en diferido y con simulación de contrato o lo que sea y alta en la Seguridad Social». La juez dice que cometió una grave infracción al darle de alta en la Seguridad Social y que lo comunicará a la Seguridad Social y a la fiscalía anticorrupción.

Bárcenas fue contratado por el PP como gestor y pidió la excedencia en 2004 al ser nombrado senador, pidiendo el alta en la Seguridad Social y trabajando para el PP desde 2010 al 31 de enero de 2013 que se le dio de baja. A continuación, la juez se cubre de «gloria». Y es que hay argumentos de algunos jueces que no son entendibles por el común de los humanos. Dice la juez que Bárcenas no trabajaba para el PP desde que pidió la excedencia, pues no se ha presentado ninguna prueba plena de que pidiera el alta en el trabajo, por lo que no pudo ser despedido al estar en excedencia todavía, y por lo tanto no ha lugar a la indemnización solicitada.

Si Bárcenas tenía despacho en los locales del Partido Popular, y puesta a su disposición una secretaria particular y coche con chófer, si le pagaban la Seguridad Social, si tenía firma autorizada del PP para sacar e ingresar dinero en los bancos, operaciones que realizó hasta última hora, y si llevaba la contabilidad B del partido, acreditado por resoluciones judiciales, ¿eso no es trabajar para el PP? Dice la juez que no ha podido probar Bárcenas que trabajara para el PP. Claro que Bárcenas no ha podido aportar las grabaciones de los videos de entradas y salidas de empresarios que hacían donaciones o pagaban las comisiones, pues fueron borradas -pasado cierto tiempo se borran dijo el PP, no vayan a pensar mal-, tampoco pudo aportar sus ordenadores pues fueron machacados los discos duros -es costumbre que cuando se cambia de usuario se borren todos los datos justificaron los del PP, no vayan a volver a pensar mal-, ni pudo tener las agendas de su trabajo que llevaba su secretaria pues fueron destruidos -pero a iniciativa de la propia secretaria, no vuelvan a pensar mal de que fue por orden del PP- aunque sea una costumbre algo rara que las secretarias de gestores y tesoreros destruyan sus agendas motu proprio.

En fin, con lo fácil que le hubiera sido a la juez seguir el sentido común de la lógica de las pruebas e indicios y resolver que Bárcenas trabajaba para el PP efectivamente, como creemos todos los españoles, pero que no merece indemnización por su despido en enero de 2013, por ser despido procedente por causa de infidelidad a la empresa y por las graves imputaciones judiciales, incluida la prisión provisional. Pues ahí la tienen de flamante magistrada-juez titular del Juzgado de lo Social nº 16 de Madrid. ¿Y qué decir de la Cospedal sobre el finiquito en diferido con simulación o lo que sea? Pues que su partido la nombró secretaria general y los manchegos la votaron para presidenta. Muchos tienen lo que se merecen.