Convencido estoy de que los «Berberiscos» alcoyanos han encendido una mecha que más de uno quería hacerlo -y no se atrevía- con la puesta sobre el tapete de la solicitud para que las altas instancias del organismo del que forman parte, sean elegidas por todos los curritos de base y no solo por la élite de los colectivos que las conforman en representación de todos sus miembros.

Personalmente era algo que un servidor también venía rumiando y tras darle muchas vueltas, creo que debe ser al menos tenido en cuenta en adelante por todas las asociaciones que aglutinen colectivos festeros y tradicionales. Bien es verdad que actualmente en la mayoría de los casos el voto emitido por el responsable designado es consensuado por los miembros que conforman cada órgano de gobierno, pero no es menos cierto que de esa manera el resto de componentes -en ocasiones cientos- no pueden decir nada al respecto, ni siquiera tienen la mínima opción, siendo ellos y ellas los verdaderos artífices y sostenes de la fiesta o tradición en cuestión. Y por otro lado, tampoco es menos cierto y no seamos hipócritas en reconocerlo, que en alguna ocasión queda en el aire la duda de si la persona encargada de emitir el voto ha cumplido fielmente con el encargo o no lo ha hecho como se le ha encomendado por mayoría.

Además, a mi modo de ver, resulta cuanto menos curioso -por llamarlo de alguna forma elegante- que tenga el mismo poder decisorio en una elección que va a marcar el devenir durante varios años de una fiesta o tradición, un colectivo con muchos menos componentes -en ocasiones hasta el 90%- que otros. Y no digamos de esa circunstancia, que también se da, cuando dos o más colectivos, conformados por las mismas bases y con una misma junta directiva, tienen la posibilidad de más de un voto -hace poco más de un mes hemos tenido ese ejemplo en Alicante-.

Por todo ello, quiero, desde estas páginas, expresar mi humilde opinión para abogar por la posibilidad de que nuestras fiestas y tradiciones muestren su madurez permitiendo que quienes han de regir sus destinos sean elegidos por todos aquellos y aquellas que las hacen posible. Es el momento de adaptarnos a los nuevos tiempos y dar opción a las bases. Sé que en amplios colectivos no resultaría fácil, pero los medios técnicos con que contamos en la actualidad no son los de antes y lo permitirían. También sé que hay personas dadas de alta en distintos colectivos de una misma fiesta o tradición y se puede plantear que puedan tener más de una opción de voto, aunque eso y otras cosas que seguramente surgirían, estoy completamente seguro que podrían solucionarse de manera eficiente.