Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Impacto

Gaza, Siria, Irak?son algunos de los países de Oriente Medio que se encuentran inmersos en guerras no declaradas oficialmente, países a los que recientemente se ha unido Ucrania desde que la península de Crimea se autoproclamó como república con el apoyo de Rusia. Pero es el conflicto israelí-palestino el que está causando mayor horror en el mundo occidental: desde el 1 de julio han muerto 600 palestinos (410 civiles, 121 de ellos niños) y 29 militares israelíes. El mundo entero mira con simpatía la causa palestina, a pesar de que Hamás, Movimiento de Resistencia Islámico, verdadero «tocapelotas» para Israel, no deja de ser un grupo terrorista, brazo armado de la denominada Lista Cambio y Reforma que cuenta con mayoría absoluta en el parlamento palestino desde las elecciones de 2006.

Lo cierto es que la población civil de los distintos países del mundo engarzados por guerras, es la que paga las consecuencias del fanatismo y los sentimientos nacionalistas. La muerte de esos niños es un horror que ha impactado a la opinión pública. Y uno, verdadera hormiga en un mundo convulso, se declara impotente ante ese horror y no tiene otra alternativa que centrarse en los pequeños problemas de nuestra pequeña vida. En Alicante, la star de nuestras cuitas es sin duda la Alcaldesa de la Flores, título que le asignó quien escribe y que la señora Castedo exhibe como un honor, incapaz de entender la carga irónica que dicho calificativo conlleva. Discúlpeme mi buen amigo Víctor Manuel, la estanquera de la Rambla y tantos otros que están hartos de mi cantinela sobre la primera dama local; pero es que su actuación, su afán de protagonismo y su declarada soberbia me lo ponen «a huevo».

A veces me parece lista, y otras rematadamente tonta e ingenua, capaz de creerse que los votos los trae ella y no el partido bajo cuyas siglas se cobija. Porque últimamente nos lleva a maltraer con su deshojar de la margarita: las conversaciones telefónicas con el constructor Ortiz han ocupado páginas de la prensa escrita, y ella ha encontrado en las redes sociales la horma de su zapato para dejar mensajes de contenido incierto, «las cosas se hacen despacio? y las noticias deben producirse en el momento en que su impacto sea mayor». Pero la alcaldesa es, entre otras cosas, cobarde; y está encantada con su papel protagonista en esta mala comedia de la corrupción, sospechosa de tres delitos de su época anterior dentro del Ayuntamiento, cuando detentaba la concejalía de Hacienda. Las citadas conversaciones, repetidas hasta la saciedad por los medios de comunicación, bastarían para presentar la dimisión a cualquier persona sensata por dignidad personal y por responsabilidad política hasta el momento en que la justicia aclare la situación.

Pero la Alcaldesa de las flores ni se plantea esa posibilidad, prefiriendo responder en cada momento dependiendo de las declaraciones de su jefe de filas, el Molt Honrable Senyor Fabra, que también se muestra contundente unas veces y tibio otras al referirse a su famosa «línea roja». La pérdida de la alcaldía de la segunda ciudad de la Comunidad Valenciana aterra al President, ya que -por incomprensible que pueda parecer- las encuestas apoyan a Castedo. Y ante esto la alcaldesa se crece. Tras amenazar veladamente con crear un partido propio si no encabeza la lista de las futuras elecciones municipales, segura de su tirón, declaraba ayer con contundencia que es una mujer de partido y que jamás traicionaría al PP. A eso se llama, cuando menos, astucia o habilidad. O posibilismo. Los alicantinos estamos cansados de contar con la figura de una alcaldesa que consume su tiempo en defenderse y/o autoalabarse. Busque el señor Fabra a una persona para encabezar las listas que sea, ante todo, honrada; además de inteligente, prudente, con capacidad de trabajo y que se dedique de lleno a la ciudad escuchando a la oposición en sus discr

La Perla. Para impacto súbito el que sufrió mi amigo Sergio al acudir a una visita rutinaria a un médico amigo. «Te encuentro un poco depre, qué te pasa?», preguntó el doctor. «Nada, que acabo de darme cuenta de que me quedan tres años para que expire mi plan privado de jubilación, y eso me preocupa». «No te preocupes, tú qué sabes si vivirás dentro de tres años?».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats