Menos mal que ya estábamos saliendo de la crisis, que lo peor había pasado, que los brotes verdes se habían hecho bosques enteros, que ya se veía la luz, aunque más cara, al final del túnel, etcétera, etcétera. El ministro Montoro ha convocado para el 31 de julio el Consejo de Política Fiscal y Financiera del Estado. Para esta reunión ha solicitado a las CC AA propuestas de recortes y racionalización del gasto para combatir el déficit. ¿Pero no habían dicho que no habría más recortes y que lo peor ya había pasado? Pelillos a la mar. Montoro, poniéndose el mundo por montera sigue a lo suyo, siempre le quedará Zapatero y la herencia recibida para seguir justificando hacer recortes que él, pobre, no quiere hacer.

Y las CC AA, que están todas endeudadas desde tiempos inmemoriales, se ponen a hacer méritos ante el Gobierno para que las ayude, máxime cuando faltan 10 meses para las elecciones autonómicas. En el País Valencià, que ya era líder en deuda pública cuando Zapatero no era ni concejal (aquí no hay herencia recibida, la habrá para quien entre) no saben defenderse. Anteponen quedar bien en Madrid a los intereses valencianos.

Aparece así una especie de carrera entre CC AA para ver quién hace propuestas de recortes y ahorros más destacadas y, de paso, quedar mejor con Montoro. Nada menos que 255 propuestas de nuevos recortes se han planteado. Excepción hecha de alguna puramente cosmética, la mayoría suponen graves retrocesos en áreas esenciales como Sanidad, Educación o Bienestar Social y, en todo caso, perjuicios para la mayoría de los ciudadanos.

Curiosamente ninguna de las CC AA ha asumido proponer ningún recorte importante. El Ministerio tampoco dice qué propuestas vienen de cada Comunidad. Nadie reconoce la paternidad de las más duras. Son propuestas secretas. Montoro garantiza la confidencialidad. Es la omertà. Los electores no deben saber las duras medidas que estudian sus gobernantes.

Entre ellas están, por ejemplo: implantar el copago en gran parte de gestiones sanitarias; jornada laboral de 40 horas y reducciones de sueldo para los funcionarios; aumento de la ratio de alumnos por clase y menos profesores; reducción becas comedor y libros; aumento del copago en la dependencia; cese de docentes interinos en el periodo no lectivo de verano; reducción de ayudas a ayuntamientos para guarderías, etcétera.

El día 31 se verá qué aprueban. Estudiarán la repercusión social generada, la proximidad de las elecciones y la prioridad en sus intereses estratégicos. En todo caso, si sacan buenos resultados podrían seguir con más recortes y acabar de desmantelar el escaso Estado de Bienestar que se encontraron.

Por si acaso, el Banco de España (BE) llama a que las familias ahorren ante el previsible recorte en el poder adquisitivo de las pensiones. Cuando gran parte del país está como está, lo del BE es un chiste de mal gusto. Parece más el Banco de Ellos que el de toda España. Si alguno de los 4.000.000 de parados sin ninguna prestación, todavía consiguiera ahorrar algo, habría que nombrarlo presidente del Banco.

Curiosamente esto se publica el mismo día que se anuncia que el presidente de Iberdrola ha ganado, solo en el primer semestre de 2014, más de 7.500.000 euros entre retribuciones en efectivo y en acciones. Y que un exministro del PP como Ángel Acebes, ahora miembro del consejo de la eléctrica, recibe allí unos ingresos mensuales de 25.000 euros. Con razón la luz está tan cara, hay que pagar a muchos iluminados. Y qué razón tiene Podemos cuando habla de evitar las «dobles puertas». Pero claro, tocar a todos estos enchufados, nunca mejor dicho, supone el riego de electrificarse, así que los recortes para los de siempre.