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(Poco) margen de maniobra

Tras la elección de Pedro Sánchez como nuevo secretario general del PSOE, la actualidad de los próximos días estará presidida por la esperada reunión entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su homólogo de la Generalitat catalana, Artur Mas. El contexto en el que produce, sin embargo, no invita a esperar grandes resultados, si se busca desbloquear el conflicto soberanista en Cataluña. Y es que el margen de maniobra de ambos actores es escaso.

Por un lado, Rajoy ha manifestado que «se puede hablar de todo», pero que no permitirá la consulta prevista en Cataluña para el 9 de noviembre. Por si estuviera tentado de alguna cesión en materia fiscal, varios barones regionales han logrado que el ministro de Hacienda posponga la revisión del sistema de financiación autonómica (habida cuenta de que no hay más dinero a repartir). Por otra parte, ya ha salido algún manifiesto (avalado por «abajofirmantes habituales»), en el sentido de que el Gobierno no puede hacer concesión alguna al soberanismo catalán. En cualquier caso (y ahí coinciden con los promotores de otro manifiesto, el federal), los catalanes no pueden decidir sobre la soberanía del conjunto, tal como pretenden dentro de cuatro meses.

Por su parte, Mas (sabedor de que poco puede lograr del encuentro), ha asegurado su blindaje de puertas adentro, al pactar con los otros partidos promotores de la consulta (ERC, ICV y CUP) que cualquier cambio será consensuado con ellos. Mientras, la Assemblea Nacional Catalana ha empezado los preparativos para la manifestación del próximo 11 de septiembre, que busca convertirse en el mayor acto independentista de la historia reciente.

Por tanto, y salvo sorpresas, es probable que el país entre en una dinámica de mayor conflictividad a partir de otoño, en vista de que la voluntad negociadora no es la predominante. Por el momento.

Cómo lo ven. BBC resaltaba la creación, por parte de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), de un nuevo Banco de Desarrollo (con un capital inicial de 50.000 millones de dólares) que rivalice con los organismos multilaterales que han dominado la economía mundial desde 1945, bajo influencia estadounidense (el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial). Con esta decisión, lograda tras dos años de negociaciones, pretenden incrementar su peso en las finanzas mundiales.

The Hill llamaba la atención sobre el elevado nivel de estrés al que se ven sometidos los servicios secretos de EE UU, ante la «imprevisibilidad» de las salidas fuera de agenda de Barack Obama. Durante su segundo mandato, el presidente estadounidense aprovecha cualquier oportunidad para abandonar la Casa Blanca y departir con ciudadanos de a pie o entrar en restaurantes, lo que pone en alerta constante a sus servicios de seguridad.

Cómo nos ven. The Economist trazaba un perfil del nuevo secretario general del PSOE: Pedro Sánchez, economista «moderado» de 42 años, prácticamente desconocido y que sorprendió al batir al (aparente) favorito, el diputado vasco Eduardo Madina. Resalta que su triunfo se fundamentó en el elevado apoyo cosechado entre los afiliados andaluces de la formación y que, en temas candentes (como el catalán), se muestra favorable a una reforma constitucional y a la creación de un Estado federal.

The Wall Street Journal alertaba sobre la escasa credibilidad de los datos de morosidad de las principales entidades financieras españolas. Entre otras cosas, porque en dichas cifras no se incluyen los activos adjudicados ni las reestructuraciones crediticias, además de los bienes traspasados a la Sareb (o «banco malo»). Si se consideraran todos estos factores, la ratio de morosidad pasaría del 13.4% reconocido oficialmente a cifras que superarían el 22%.

Qué se cuece. elmundo.es destacaba que Time Warner había rechazado, en junio, una oferta para comprar la compañía por parte de 21st Century Fox, propiedad del magnate de medios Rupert Murdoch. La operación implicaba un importe total de 80.000 millones de dólares, tanto en intercambio de acciones como en efectivo, pero la dirección de la sociedad «comprable» afirmó que la oferta no «favorecía los intereses de los accionistas». La firma resultante hubiera obtenido ingresos próximos a los 65.000 millones de dólares.

233grados.com reseñaba el nombramiento de Arthur Gregg Sulzberger, de 30 años e hijo del actual presidente del medio, como nuevo director de estrategia de The New York Times. Conocido por ser el autor del polémico informe de innovación del periódico, que contribuyó al fulminante despido de la ex directora, Jill Abramson, algunos ven en su ascenso un primer paso para suceder en el futuro a Arthur Sulzberger Jr.

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