Lo primero que se le puede ocurrir a cualquier persona que trate de responder esta pregunta es que seguramente, quienes han decidido subir los precios del bono transportes por segunda vez en lo que va de año, no usan mucho dicho sistema público, por lo que piensan que subir un bono 25 céntimos no es mucho para las personas usuarias y permite recoger un montón de dinero a las administraciones. CC OO ha sido la única organización que votó en contra en la Comisión de Precios donde se aprobó dicha subida, luego explicaremos los motivos.

Lo segundo, sin estrujarnos mucho la cabeza, es que la entrada en funcionamiento de la línea 2 del tranvía cuyo coste ascendió a más de 100 millones en su construcción, por mucho que nos digan, nunca será rentable, es más, tiene un déficit importante que rompe los presupuestos del transporte público, obligando a reestructurar y subir las tarifas para que no nos intervengan. El precio por kilómetro supera los 40 euros cuando el autobús cuesta 4 euros. Cada ticket del tranvía debe ser subvencionado con más de 10 euros para cubrir el precio real.

Y si rebuscamos un poco más en los motivos de la subida, nos encontramos con la quiebra de la Generalitat, los años donde no pagó un céntimo por el transporte interurbano y el mismo tuvo que ser asumido por el Ayuntamiento de Alicante en su totalidad. Esta situación provocó que dos administraciones que deberían hablar, se diesen la espalda rompiendo por la vía de los hechos el Transporte en el Área Metropolitana de Alicante y su comarca. El Ayuntamiento dijo que solo pagaría los autobuses urbanos, los rojos pese a que el color no les guste mucho. Estos autobuses tienen una concesión hasta el 2019, concesión que con sus enormes beneficios ha permitido a Masatusa convertirse en un grupo de empresas, hoy llamado Vectalia.

Pero lo cierto es que el TAM se crea porque las dos empresas Alcoyana y son del mismo dueño, y a las administraciones les venía bien, mientras los trabajadores de Alcoyana cobraban un 35% menos de salario por el mismo trabajo. A todos les venía bien menos a los trabajadores. Y de este modo, el Ayuntamiento de Alicante, en lugar de hacer crecer Masatusa generaba líneas para la Alcoyana como la línea 25 de Villafranqueza, la línea 22 que va a Playa San Juan, la línea 27 a Urbanova o la 39 hasta el castillo San Fernando, todas urbanas, y que según el pliego debería hacer Masatusa, pero que por ser más económica en una «irregularidad» se le concedió a Alcoyana, los azules. Parece que entonces sí les gustaba el color.

Pero la crisis, el mantener la línea 2 del tranvía, las peleas entre la Conselleria de Infraestructuras y el Ayuntamiento, provocaron la ruptura de la negociación y cada palo aguante su vela, sin ver que las velas de la ciudadanía son todas, y por tanto tenemos que apostar por la globalidad del transporte. Solo la presión de los trabajadores de ambas empresas y la movilización de los usuarios consiguieron mantener con alfileres un sistema que ha demostrado su eficacia. Y decimos sistema, porque lo que no es eficaz es la gestión ni los recorridos. En este aspecto reconocemos que el Ayuntamiento está haciendo esfuerzos para pactar con las personas usuarias y trabajadores nuevos recorridos que mejoren las frecuencias, fruto del recorte efectuado en los presupuestos.

Pues por eso suben las tarifas, porque prefieren lo malo conocido, es decir, que re-paguen las personas que usan el transporte público a investigar otras fórmulas. Ambos comités de empresa plantearon que se debería buscar alternativas a la financiación, revisar el bono oro incluyendo otros parámetros además de la edad, se tiene que mejorar la velocidad comercial potenciando carriles bus y penalizando a los vehículos que aparcan en las paradas, también se puede estudiar fórmulas para penalizar el uso del vehículo privado como una tasa en los parkings públicos, o estudiar favorecer el uso regalando viajes por reciclado como ya se hace en otros lugares.

En definitiva, desde CC OO consideramos que las personas que utilizan este tipo de transporte no tienen por qué pagar las peleas de las administraciones, el derroche de megalómanos que nos hicieron un tranvía bajo tierra y la desidia de algunos políticos. Por eso votamos no a la subida de las tarifas por segunda vez en un año. Pero sobre todo porque consideramos que si el precio sube quienes lo usan descienden, y si estos bajan el déficit aumenta, y si éste aumenta el año que viene seguirán con los recortes, más, porque no saben hacer otra cosa. En CC OO apostamos por el transporte público con gestión pública, porque entre otras cosas es más económico como ha demostrado FGV, que pese al gran coste que supone el tranvía, si fuese de gestión privada nos costaría un millón de euros más con personal laboral en peores condiciones. Ahí queda eso.