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Francisco Esquivel

La final de los papas

Dado que el Papa es argentino y el emérito, alemán, el portavoz del Vaticano se ha visto obligado a salir al paso de supuestas inclinaciones: «Para los papas, debe ganar el mejor». Ya sabemos de uno que se tiene que confesar: Federico Lombardi. De Ratzinger me lo creo porque nunca pareció de este mundo, pero con el hincha de San Lorenzo... no cuela.

Es que además hay pruebas. Bergoglio ya mostró su satisfacción ante el comercial empleado por TyC Sports para que el personal no se perdiese el Mundial en la cadena. El anuncio, que abre con un plano sobre el Corcovado y el litoral de Río a reventar con motivo de la visita de Francisco un año atrás, está compuesto a base de frases del Papa en la Jornada de la Juventud -«El Señor hoy os ama, a vos, a vos, a cada uno...»-, pero las imágenes sobre las que se vierten los mensajes son las del seleccionador Sabella, Masche o el Pipita en formación. Y, pensando en lo ocurrido en semifinales, fue profético escoger «No tengan miedo; los cariocas saben recibir bien» sobre el gol de Caniggia a Taffarel en Italia 90. «Que acá en Río va a haber lío, va a haber -continúa Francisco-. Sean protagonistas, jueguen para arriba, pateen adelante. El Papa está con vosotros». E impreso en pantalla, el remate final: «Si un argentino hizo esto en Brasil, imagínate 23».

La cabeza dice que los teutones tienen las de ganar y que, de no hacerlo, pueden bombardear hasta el tipo de interés. Pero es que estos argentinos lo que tienen a raudales es sentimiento. De balanza de pagos ni hablamos; ahora bien, sus colores... Y, en cuanto a la publi, si ganan es buena y, si pierden, mejor. Alemania asusta y, Argentina, casi con Leo y sus fatiguitas; Di María, en peor estado; Sabella como el que mejor que la ha tocado en el centro y con un portero más suplente que Iker. De salir así campeones, al menos sabremos por fin que Dios existe.

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