LLevamos ya más de un año intentando que las administraciones públicas ejerzan sus obligaciones y acometan la limpieza del cauce del barranco de Aguamarga, situado entre la OAMI y la factoría de Alcoa. Viendo cómo está actualmente el barranco, lleno de cañas de bastantes metros de altura (sobrepasan el puente que soporta la avenida de Elche), y sabiendo que en el año 1982 hubo una riada que arrasó la factoría, uno esperaría encontrarse con que las autoridades no pusieran pegas a la limpieza de este barranco y actuaran en base a la responsabilidad que ostentan.

Pero la realidad es otra, desde la Confederación Hidrográfica del Júcar alegan que tienen que mantener casi 50.000 kilómetros de red fluvial y que, dada esa enorme extensión, no pueden atender a nuestro pequeño barranco como nosotros pretendemos. Además también afirman que dada que la vegetación es de tipo herbácea, el agua no tendrá problemas para circular. No deja de ser una definición utópica la que hace la CHJ, da la sensación de estar describiendo un arroyuelo de montaña con algo parecido al césped en su cauce, en vez del tremendo cañizal que ha crecido allí. Por último desde la CHJ dan a entender que si bien ellos no disponen de capital suficiente para realizar la limpieza, otras administraciones, sobre todo locales podrían hacerlo, no hay que pensar mucho para ver que hablan de nuestro querido Ayuntamiento de Alicante.

Y ahí tenemos que pese a que la factoría de Alcoa paga unos impuestos locales cercanos al medio millón de euros anuales, y recibe a cambio un contenedor de basura en su puerta, así como un semáforo y una carretera llena de baches. Da la sensación de que nuestro excelentísimo Ayuntamiento no dispone tampoco de liquidez para limpiar el dichoso barranco.

Llegados a este punto uno puede pensar que efectivamente estamos en crisis y que no está el horno para limpieza de barrancos, ya que no nos sobran los millones, y que las administraciones hacen lo que pueden, etcétera, etcétera. Pero este pensamiento se difumina rápido al analizar el presupuesto de la adecuación del cauce, un poco más de 16.000 euros?

¿Realmente es tan difícil que se realice esa limpieza? Parece más un problema de cabezonería por parte de las autoridades que de otra cosa. Pero para los trabajadores de la planta de aluminio situada en la avenida de Elche, es un tema muy serio, pone en peligro los pocos puestos de trabajo industriales que quedan en nuestra ciudad y desde luego pone en riesgo físico la integridad de cualquier ciudadano que circule por allí el día que una gota fría caiga sobre la ciudad.

Por nuestra parte hemos hecho todo lo posible, la empresa oficialmente requirió la limpieza a la CHJ, el Comité mandó escritos al Ayuntamiento y a la Confederación, y al no obtener respuesta positiva volvimos a hacerlo recogiendo más de seiscientas firmas y adjuntándolas a la reclamación, de la que por cierto seguimos esperando respuesta después de más de dos meses entregada. Y ya por último, ante la pasividad de nuestras administraciones, le planteamos la queja al Síndic de Greuges de la Comunitat Valenciana, el cual está recabando información y por lo tanto aún no ha expresado su resolución ante el tema.

Los trabajadores de la planta recordamos que no hace mucho tiempo, sería el año 2010, durante un episodio de gota fría, el barranco bajaba con un caudal que no desbordó por veinte o treinta centímetros, y estaba en un estado mucho mejor que el actual. No queremos ni pensar en que cuando por suerte acabe este periodo histórico de sequía en nuestra ciudad, y se vuelva a producir una típica gota fría levantina, sea el final definitivo de la factoría, engrosando las filas del paro en 342 familias más.

Estamos seguros de que si la empresa estuviera situada en Valencia, el barranco estaría limpio desde hace mucho tiempo.