Nuevamente aparece el esperpento público de los autobuses para trasladar a los sufridos viajeros de los trenes que llegan a la vergonzante estación que el Ministerio de Fomento, a través de ADIF, nos ha endosado a los alicantinos y que silenciosamente soportamos con la complicidad de los que nos gobiernan en el Ayuntamiento y la quebrada Generalitat que dice representar nuestros intereses.

Ahora, según la noticia publicada por INFORMACIÓN, es Renfe en comandita cómplice con la diligente y altanera antigua consellera de Infraestructuras los que vuelven a plantear el tema, sin escrúpulos, de enfrentar a nuestra ciudad con otras de nuestra provincia para camuflar el verdadero problema. Menos mal que hay personas sensatas y bien informadas, como el director de INFORMACIÓN que desmontó lo de los autobuses a la estación de buses a Benidorm, situada en la nada, o ahora como hace el señor Gregori, un experto en Turismo y en su ciudad, Benidorm, que desmontan esa falacia y que para no alargar este escrito con detalles de rentabilidad de autobuses que solo llevarán cada dos horas 15 o 20 pasajeros como mucho en verano, nos remitimos a la lectura de su artículo publicado el domingo, día 15, en este mismo periódico.

Nuestro colectivo de la Plataforma Renfe denunciamos la actitud de ADIF y del Ministerio de Fomento con nuestra ciudad. Ellos saben que la solución era, es y seguirá siendo la construcción de la Estación Intermodal con los andenes soterrados al igual que la estación de autobuses y la del tranvía, todo interconectado de forma subterránea, además de la urbanización de toda la zona en superficie con bulevares de zonas verdes y dotaciones sociales, culturales y hasta deportivas. No es un sueño: es el proyecto comprometido con esta ciudad, y para eso se hizo el soterramiento del túnel de vías.

Lo que nos quieren endosar a perpetuidad, mientras se llevan el dinero porque no es cierto que no lo tengan, ahora lo tienen para la Galicia del señor Rajoy y la señora ministra; antes fue para Cataluña que le daba los votos al señor Zapatero, y antes a la Málaga de la señora Magdalena, y si se puede perder algo por el camino hacia aquí, para la señora Rita. Es lo que estamos soportando aquí y ahora. Esto es una vergüenza urbanística aberrante e irresistible en el tiempo, con una estación de chapa y unos andenes en superficie en medio de la nada e interrumpiendo la continuidad de toda la trama urbana de conexión entre barrios, y el sufrimiento para los ciudadanos del esperpento de unas interconexiones con los demás medios de transporte terrestres sin resolver, con el añadido de la desfachatez de que nos quieren y nos están endosando el problema y la responsabilidad a nosotros los alicantinos de la ciudad.

Próximamente denunciaremos con detalle y pediremos responsabilidades por la obra de construcción de los andenes actuales por encima de su nivel definitivo y el tremendo coste y la dificultad técnica que generará la futura obra definitiva de los mismos, porque suponemos que no habrán pensado dejarlos como están para la eternidad. O la explicación e información necesaria que hayan establecido, si es que la hay, para la seguridad del túnel ferroviario. Son tantas cosas fatalmente hechas con la provisionalidad y las chapuzas que nos acompañan, que los caracoles se salen del cesto por todas partes y eso sin mencionar al decrépito y peligroso paso a nivel.