No sé si es por culpa de un tal D'Hondt (el de la ley que se utiliza para saber los asientos que consigue una formación política) o porque la gente no tiene ni pajorera idea de sumar, que es mucho más grave, puesto que lo del belga de los «webs« (el D'Hondt) no lo entiende ni la madre que lo parió, pero lo del 2+2 parece más «chupao». Resulta que el personal -ya sea «asulón», rojeras, verderol, lilón o arco iris, ¡vaya usted a saber!-, siempre que hay elecciones, asegura que ha ganado su caballo. ¡Y una mierda!. Lo único que quedó claro el 25M es que la Democracia -con mayúsculas- perdió las elecciones en la comarca más sureña del antes llamado Reino de Valencia y ahora rebautizado como «Países Catalanes del Sur», según el tocapelotas Artur Más i Gavarró, que, tal y como acabo de leer, es de ideología liberata; ¡ahora me explico lo de Pedro Mancebo!; ¡y yo que pensaba que lo suyo fue por una pedrada en la cabeza!. Pues, con todo el respeto del mundo, va a ser que ¡otra mierda, pero ésta como el sombrero de un «picaor», con moscas y todo!. No soy catalán, ni catalino y mucho menos polaco, pero es que, don Arturo, tampoco quiero serlo.

Volvamos a lo que me ha llamado la atención. Mony Penny Lorente y Pepita Ferrando aseguraron la noche del 25M que los «gavioteros» habían ganado las elecciones. ¡Mecagüen!. Majestad -¿o ahora es Alteza?-, con su permiso: ¡Por qué no te callas!. El día 26, lunes para más señas -ese día de la semana que no les gusta a los «Boomtown Rats»- tuve la mala idea de estudiarme los resultados de la consulta del día anterior, ése en el que muchos estaban de resaca porque -como en el anuncio de la tele- el Real Madrid volvió a proclamarse Campeón de Europa; ¡anda, Campeón de Europa!; ¡y van diez!. Bueno, pues me armé de resignación franciscana, recé un padrenuestro, dos avemarías y me dije: ¡que sea lo que Dios quiera!. Leí los resultados en Oleza y lo primero que me encontré fue que la abstención superó el 57,20%. ¡Toma, en «tol» morro!. Los «peperos» sacaron 8.554 votos; a saber, 7.235 menos que en 2009. ¡Mecagüen!. ¿Qué ha «pasao» aquí?, ¿quién me ha «robao» en mes de abril, que diría Sabina?. ¡Joder; no ha salido Eva Ortiz!. Sigo; «mosqueao», pero sigo. Los sosiatas, cinco años antes engancharon 6.668 sufragios, mientras que ahora habían conseguido 2.313 menos. ¡Coño, algo falla!. No me cuadra. Si todos han «perdío» votos, ¿cómo tienen la jeta de decir que han ganado?. ¡Si hasta Rubalcaba se ha «dao» cuenta del gatillazo y se pira por la puerta de atrás!. Vuelvo a mirar y ¡coño, uno nuevo!. Un tal Pablo Iglesias -nada que ver con el fundador del PSOE-, ha ganado en su pueblo y en el mío, aunque me da que va a durar menos que un caramelo en la puerta de un colegio, porque ¡ya están a la gresca entre ellos!. ¿Morirá de sobredosis de éxito el -dicen- asesor de Chávez y Maduro?. Los «Podemistas» son los herederos de los indignaos de los años 70 y los del 15M. ¡Ya ves; de no existir a sacar 1.008 papeletas en Oleza!.

Me acordé de Luis Aragonés y su: «¡Ganar, ganar, ganar y volver a ganar!». Sigo mirando resultados y veo que los de Rosa Díaz y los de Cayo Lara han duplicado los votos. ¡Y éstos no van por la calle cantando el «Pavo Real», de El Puma!. ¡Qué bochorno, «papuchi»!. No pretendo hacer leña del árbol caído, porque, entre otras cosas, no soy analista político, pero en el pecado suele llevarse la penitencia, y uno de los titulares de la prensa canallesca, que diría el ultraderechista Blas Piñar, era muy elocuente: Orihuela castiga a los grandes. ¡Chico, chico; «vamos a contar mentiras» (canción infantil). ¡La gente tropieza tantas veces en la misma piedra que el pedrusco ya conoce su nombre, DNI y grupo sanguíneo!.

Comprobé que en todas partes cuecen habas, porque también tuve la osadía y el arrojo de ver los resultados en la vecina Torrevieja, blanca de sal y morena de soles. Y fue más de lo mismo, pero, como a mí no me interesan los resultados en el «corralico» de Edu Dolón, me quedé con una reflexión de los «rojeras» salineros, «algo no se está haciendo bien», en referencia a la abstención: más del 64%. Bueno ellos tienen excusa, porque, en vez de votar, pueden ir a las calas a bañarse o a algún chiringuito playero a tomar cañicas, ¿verdad Peter?. ¡Qué perra ha «pillao» el «sagal» con los chiringuitos en Oleza Costa?. Me acordé de que «por mucho que disimulemos, a los tíos se nos nota cuando nos rascamos un huevo desde el bolsillo del pantalón».

Y mientras que unos se empeñan en ver donde no hay nada que ver, el otro día se le planteó un dilema a un chaval, porque según su profesor de Química no se puede convertir el agua en vino y sin embargo el de Religión dice que sí; así es que, a ver qué hacemos porque, según la nueva Ley de Educación, hay que aprobar las dos asignaturas. ¡Mecagüen!.