En una mesa electoral del colegio Miguel Hernández -¡dónde mejor!- se sentó el domingo el socialista Paco Escudero, un oriolano más conocido por quién fue su padre -Vicente Escudero- o su hermano que por él mismo ya que ha trabajado en Elche y Quesada (Jaen) gestionado el legado del poeta. A él le tocó el domingo contar algunos de los 4.713 sufragios que obtuvo su partido, el PSOE, que desde hace tres años gobierna en Orihuela. Si ese resultado -22,99% de votantes- es una demostración de cómo están gestionando la ciudad, ¡apaga y vámonos!.

Desde que en diciembre se marchó la portavoz por motivos aún sin aclarar, los socialistas están más que muertos y son un pollo si cabeza. Sin líder ni voz, sin proyecto ni capacidad, que rehúye preguntas comprometidas mientras aficiones como el fumar o estar enganchado al móvil son una forma de ver la realidad sin querer darse cuenta de que todo eso, también, lo ven sus ciudadanos. Pues bien, mientras todo esto pasaba ha llegado Escudero quien, a medida que se acerca el momento de las Primarias, va sumando adeptos porque apoyos de fuera ya tenía y más que ningún otro. Ya veremos cómo acaban.