Está claro que la lucha contra las plagas mortales del Palmeral, no sólo es el picudo, como ya se ha demostrado: una batalla que se está dando por perdida en la realidad auténtica, que se utiliza en cada momento como mensaje electoral mediático.

Todo lo que no sea unir a todas las fuerzas sociales y políticas con todos los expertos, como hicieron en Canarias, supondrá que nada se podrá hacer, y cada vez, por desgracia, las desventuras del Palmeral serán inevitables. Sólo hay que visitar los huertos y parques del Palmeral y ver el paisaje de capa caída, con la copa ladeada o ya completamente afectada por el picudo, algo evidente. Por no hablar del resto del municipio, donde la debacle y devastación es impresionante, viveros y huertos, en especial Pusol, Derramador, son castigados implacablemente por las plagas, combatidas anárquicamente sin cumplir los protocolos aconsejados de trasladar herméticamente a una distancia mínima de 5 kilómetros las palmeras, como es a la planta de Santa Pola, ya que la de Crevillent está a solo un kilometro, que no cumple las condiciones para su trituración, si es posible reutilizando su aprovechamiento, con los distintos estudios para fertilizantes y otras energías. La otra realidad es que los propietarios y agricultores están desesperados al haberlos dejado solos, trituran, entierran o queman «in situ» las palmeras, con lo que la propagación es un hecho, como se confirmó en las últimas jornadas organizadas por al UMH.

Hablar de tratamientos como el biológico, que no está autorizado lógicamente, ya que sólo llega a una efectividad del 75%, con todos los condicionantes favorables en las pruebas y ni así es concluyente, realizado con picudos herméticos por completo con el tratamiento, y sobreviven el 25%, ¿a qué efectividad llegará cuando se aplica con el tratamiento abierto?

Por desgracia, ni las medidas preventivas funcionan, porque cada cual hace la guerra por libre y por su cuenta. No se coordinan todos los esfuerzos, como venimos solicitando muchos colectivos y ciudadanos. La plataforma picudo cero, palmereros unidos, los técnicos de la estación Phoenix, ADR, ASAJA, la Unió de Llauradors, la Hermandad de Labradores, los grupos ecologistas y culturales, todos los partidos políticos, agentes sociales, en definitiva, toda la sociedad ilicitana ha de ser corresponsable en las soluciones, para evitar en lo posible los daños que está causando esta auténtica hecatombe medioambiental, cada vez más arraigada y casi imposible ya de erradicar ni de controlar.

La UMH y el Gobierno municipal gobernantes han de liderar esta feroz lucha, sin discriminaciones políticas, que sólo están conduciendo a aumentar el problema, llegando a cotas casi irremediables.

Jornadas como las que se hicieron hace unos días son precisas y necesarias, pero abiertas e integradoras, invitando a todos los expertos a los foros y mesas redondas de debate. La experiencia es larga en nuestro municipio, hay personas que saben mucho de todo esto con experiencias muy amargas y reales, en el día a día de las pruebas, no se puede empezar de cero sólo la UMH, como pareció dar la impresión en la jornada realizada, donde incomprensiblemente, no se abrió el debate público.

Nuestra Universidad no puede caer en la tentación ni en el error de favorecer intereses partidistas, en perjuicio del interés general del municipio. La UMH ha llegado para quedarse y ganar prestigio con su credibilidad a través de sus eficientes profesores docentes y de sus actos multidisciplinares con la sociedad ilicitana.

La calidad y el prestigio de la Universidad ilicitana se debe de demostrar con cercanía e invitando a la participación sin exclusiones, y medios humanos los tiene y muy buenos. Mucha suerte y adelante a todos.