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El Madrid pedirá cuentas a Ancelotti

El Madrid necesita ganar la Liga de Campeones para no sumirse en la depresión. El club invirtió más que nunca con los fichajes de Bale, Illarramendi, Isco y la recuperación de Carvajal, pero los ciento cincuenta millones gastados, de momento, solamente han dado el fruto de la Copa del Rey, trofeo que nunca se tiene en la «casa blanca» como importante salvo cuando lo gana su equipo. Pero hoy es poca cosa. No hay satisfacción en el club. Ni siquiera Carlo Ancelotti, educado, hombre que se ha ganado aprecios y respeto ha conseguido erigirse en el gran triunfador, ha conseguido satisfacer plenamente.

Le espera la final de Lisboa. Si no la gana acabarán diciéndole que habrá consumido su primera temporada en la nada. Seguramente, se dirá que no ha sabido hacer rentable el esfuerzo económico de la entidad.

Le van a pedir cuentas. El Madrid tenía grandes opciones para ganar la Liga y en tres partidos de los nueve puntos posibles, ganó dos: los empates con el Valencia y Valladolid. La derrota en Vigo ha colmado la inquietud de los dirigentes y ha llenado de cierta frustración al entorno más militante. La derrota de Mourinho en Inglaterra ha sido balsámica.

De proclamarse campeón con el Chelsea, quienes lo defendieron hasta el último instante habrían echado sobre Florentino Pérez las culpas del cambio. Para mayor insatisfacción de los discrepantes ha ocurrido que el campeón, el City, está dirigido por Manuel Pellegrini quien salió del Bernabéu inmerecidamente.

Ancelotti, teóricamente, llegó al Madrid sin ataduras y, sin embargo, se vio obligado a colocar a Iker Casillas en el banquillo. La solución salomónica de otorgarle los partidos de Copa del Rey y Liga de Campeones no satisfizo. Ancelotti no justificó ante la mayoría del madridismo su decisión de hacer de Diego López, magnifico portero, titular durante la Liga. La cuestión tuvo definición concreta: la obediencia debida.

Nadie ha entendido las razones por los cuales Casillas siguió castigado tras la marcha de Mourinho. Todo parece partir de su posición en contra del entrenador. La misma postura adoptó Sergio Ramos, pero a éste no se le ha podido colocar en la suplencia porque no tenía, ni tiene quien posea parecida categoría profesional. Los dos formaron tándem en la operación de relevo del portugués que fue un reto al club.

El revés de la Liga ha puesto al entrenador en la picota. Sólo se salva si gana la final de Lisboa. Al Madrid le ha obsesionado demasiado la «décima» copa europea. En otros términos la competición continental también ha lastrado a barcelonistas y atléticos. Con el Mundial a la vista la forma en que se encuentran algunos jugadores de estos equipos no hace predecible un buen papel. Dejar alguno en casa podría ser hasta escandaloso y no obstante, hay varios que necesitan una recuperación que hoy en día es bastante dudosa.

En el Madrid, un año más, la gran inversión no ha servido para dejar al Barça en la cuneta y, encima, ha crecido la afición colchonera.

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