En Torrevieja he descubierto de la noche a la mañana dos nuevas zonas verdes en el entorno de la vivienda en la que habito desde hace cinco años. Lo curioso del caso es que durante ese tiempo han estado allí ante mis ojos, aunque no podía verlas. Espesos matorrales las ocultaban hasta el punto de que estos dos amplios espacios se utilizaban habitualmente como picaderos. No me extraña que en el callejero venga nombrada como Plaza de Los Lobos. Han bastado unos días y una brigada de trabajadores quitando la maleza, podando los árboles y retirando basuras para dejarlos limpios e irreconocibles y hasta han quedado al descubierto accesos para disminuidos físicos. Ahora me explico lo de la facilidad de los automóviles para introducirse en aquella espesura. Llamo a la concejala de Parques y Jardines, Mari Carmen Gómez, para enterarme si ella tiene algo que ver, pero no he logrado contactar. Da satisfacción ver mejoras aunque sean sencillas y lleguen lustros después en un pueblo como éste donde raramente se cuida lo nuevo y se arregla lo roto.
Y no es cuestión de volver a repetir la misma letanía de siempre, de los grandes proyectos inacabados o «malacabados», los olvidados y los anunciados. Todos nos han costado una millonada y curiosamente sólo los menos cacareados tienen beneficios para el interés general.
Mientras tanto hemos entrado en mayo «cuando aprieta la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor...», como reza el romance, y los partidos políticos van a intensificar sus campañas para estar en Europa y de paso calentar motores de cara las próximas elecciones locales y autonómicas. Los líderes del PP comienzan a arengar y adoctrinar a sus compañeros de negocio enarbolando el espantapájaros del tripartido, como si con más de 20 años de mayorías absolutas nos hubiera ido de perlas en lugar de habernos dejado la Comunidad, además de endeudada, expoliada a mansalva. En este sentido advierten a los más fieles que se tomen estos comicios como si estuvieran defendiendo sus puestos de alcaldes y concejales, asesores y demás y para ello insten al personal amenazándolo con las siete plagas de Egipto si tienen la osadía de no votarlos. El PP y el PSOE toman a los votantes por «pajaricos», cuando en realidad buena parte de estos están cada día más hartos de las jaulas de los partidos mayoritarios. Y en esas andamos después de haber dejado atrás el mes de abril que de lluvias mil... nada de nada. A este paso hasta la desalinizadora servirá para algo.
P.D.: Por esta semana lo dejamos que me he dejado el arco y las flechas en mi imaginario piano de cola.
