La Ciudad de la Luz continúa consumiendo dinero público. Pese a que el complejo cinematográfico se encuentra sin actividad desde febrero de 2013, la Generalitat acaba de adjudicar por más de 310.000 euros, IVA incluido, el contrato para el mantenimiento y conservación de sus zonas ajardinadas, las instalaciones de riego y baldeo, y el depósito de riego por periodo de un año. En total, el erario público abonará una media de 851 euros diarios para cuidar los jardines de un complejo que se encuentra cerrado a cal y canto al rodaje de películas. El pasado año, la Generalitat decidió que la Ciudad de la Luz cesara en su actividad para evitar posibles sanciones de la UE.
La Comisión Europea ha considerado ilegales los 265 millones de euros que recibió el complejo para su construcción y le obligó a reintegrar esa cantidad a la Generalitat. En su resolución, Bruselas alertó de que esa aportación pública «no se facilitó en condiciones de mercado, por lo que tiene que ser devuelta» y «distorsiona enormemente la competencia entre los principales estudios de cine europeos».
Meses después de esa resolución, el Consell vetó cualquier tipo de rodaje en la Ciudad de la Luz. «La Generalitat no va a autorizar ninguna actividad» en el complejo, sentenció el pasado año el vicepresidente del Ejecutivo, José Císcar. ¿Por qué? Para evitar posibles sanciones por competencia desleal. Pese a que en la resolución europea no consta como tal que la Ciudad de la Luz tuviera que cerrar sus puertas a las productoras, el Consell ha preferido curarse en salud.
Sin embargo, ha seguido destinando dinero público a las instalaciones. El último ejemplo es la conservación de las zonas ajardinadas. En el pliego de condiciones, al que ha tenido acceso este diario, el Ejecutivo exigía a la adjudicataria que dedicara un turismo, una furgoneta y un «pick up» para las tareas de conservación, junto a dos máquinas cortacésped, dos desbrozadoras, dos pulverizadoras, tres motosierras, tres cortasetos, dos sopladoras, un hidrolimpiador y un generador. Además, durante 45 días al año tendrá que disponer de una plataforma articulada.
El objetivo del Consell pasa por tener adecentados los jardines hasta que se venda definitivamente el complejo. La Generalitat se encuentra en pleno proceso de externalización de las instalaciones, aunque hasta el momento no ha cristalizado ninguna oferta. Salvo sorpresa, la Ciudad de la Luz se venderá por lotes. Es decir, troceada. Al menos, eso aseguró el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el pasado 10 de abril. Dijo que la privatización se está «ultimando» y que se hará «al mayor precio posible». Fuentes del Ejecutivo, no obstante, admiten que será prácticamente imposible recuperar todo el dinero invertido.
Una cosa queda clara: el Consell no debe demorar la venta. El Comisario Europeo de Competencia, Joaquín Almunia, ha lanzado un nuevo aviso a la Generalitat a través de una respuesta parlamentaria. La eurodiputada socialista Josefa Andrés formuló varias preguntas a la Comisión para conocer las novedades en el proceso de externalización del complejo. Entre ellas, si Bruselas impondrá multas si la Ciudad de la Luz no puede devolver el dinero público que recibió. La respuesta es sí, aunque con matices.
«Por lo que respecta a la posibilidad de imponer sanciones, el TJE (Tribunal de Justicia Europeo) tiene derecho a hacerlo si el Tribunal considera que el Estado miembro en cuestión no ha cumplido sus obligaciones incluso después de una primera sentencia», afirma Almunia. No obstante, la UE se conformaría con la liquidación de la empresa. «El TJE ha declarado que la liquidación del beneficiario puede considerarse una alternativa aceptable a la plena recuperación», añade.
