Se celebra el 29 de diciembre la fiesta de la Sagrada Familia. Es evidente que el bien de las personas y el futuro de los pueblos dependen en gran medida de la buena salud integral de su familia. Los hechos y los estudios sociológicos así lo confirman. Los medios de comunicación social nos informan de los malos tratos que se producen en muchos matrimonios, de las rupturas familiares, del malestar de muchos niños a causa de las carencias afectivas, del aumento de abortos, del abandono de ancianos, etc. Con ocasión de esta jornada de la Sagrada Familia, los obispos de la Comisión para la Familia y la Defensa de la Vida, de la Conferencia Episcopal Española, advierten sobre «la situación preocupante que afecta a la institución familiar, pues se está produciendo un cambio sustancial en nuestra legislación, que afecta a la familia».
La Fiesta de la Sagrada Familia celebra la esperanza que siguen viviendo miles de padres y madres de familia junto con sus hijos, nietos y abuelos, y programa una serie de actividades que mantendrán el bienestar de las familias para bien de todos. En contraste con los peligros de las familias, que he mencionado anteriormente, se ha publicado una noticia que acredita la buena marcha de muchas familias cristianas. Este año, el arzobispo de Madrid, cardenal Rouco Varela, bendecirá a 140 familias misioneras en esta Fiesta de la Sagrada Familia, y el Papa Francisco las enviará a las misiones el día 1 de febrero, durante la audiencia con los miembros del Camino Neocatecomenal. Comparten esta misión sus hijos, y la felicidad que conlleva la misión. Todos están convencidos del bien inmenso que pueden hacer a los vecinos de los países de misión con sus palabras y su testimonio cristiano. Es la más eficaz evangelización.
