La inteligencia no consiste en saber más que nadie, sino en aprovechar al máximo las potencialidades de uno mismo. Algo así como le ocurrió a David frente a Goliat porque el primero -aún en inferioridad de condiciones- rentabilizó al cien por cien su capacidad de tal modo que fue certero y vencedor frente a un Goliat que falleció de dejadez y prepotencia. Esta es la oportunidad que tiene Aigües y que, hasta el momento, no ha sabido rentabilizar.
Nuestro pueblo siempre ha tenido un sueño con forma de balneario, que brilló durante muchas décadas hace un siglo y que luego falleció en el olvido.
Aigües es consciente de que con su manantial de aguas minero-medicinales y termales y con la recuperación social de la hidroterapia como oferta de ocio, tendría un nuevo futuro como municipio mediterráneo, como atractivo turístico y como punto clave -lejos de los megaproyectos ruinosos- en nuestra Costa Blanca. El balneario se podría convertir en lo que ya fue, un centro moderno, revulsivo económico para nuestro municipio, garante de cientos de puestos de trabajos directos e indirectos para nuestros vecinos y en referente de otra forma de trabajar para el sector turístico que no pasa por el incendio de pinadas, la urbanización de parajes naturales o la construcción masiva de apartamentos y viviendas sin control.
Ante este proyecto de futuro, Aigües debería hacer un esfuerzo por convertirse en la principal villa termal de la Comunidad Valenciana. Aprovechar las ventajas comparativas frente a otros destinos y mejorar sistemas similares aplicados con éxito en regiones como la Toscana italiana, que en nuestro caso sería potenciada por la proximidad al mar de la que ellos carecen.
Sin embargo, las ideas que tenemos los socialistas de Aigües para uno de los edificios más emblemáticos de la provincia de Alicante, se encuentra en situación de peligro mortal. El pasado día 24 de noviembre de 2013 el periódico Información publicaba un demoledor informe del Servicio de Patrimonio Cultural de la Generalitat, que parece certifica el estado de ruina y abandono del balneario de Aigües.
Las consecuencias que ello puede acarrear son gravísimas, ya que afectan al actual edificio, que es la construcción más emblemática de Aigües. La pérdida del balneario supondría un menoscabo en nuestro patrimonio, seña de identidad de Aigües.
El grupo socialista en el Ayuntamiento ha venido solicitando, prácticamente en cada pleno de la presente legislatura, que se tomaran medidas para el mantenimiento del balneario. Entendemos que es de suma urgencia que se requiera a la propiedad para que proceda inmediatamente a cuantas actuaciones sean necesarias para su conservación. Se requieren actuaciones enérgicas, porque de lo contrario nuestro balneario puede desaparecer. Esta preocupación la hemos trasladado, mediante escritos, al Ayuntamiento de Aigües y a la Conselleria de Cultura. Igualmente hemos recabado el apoyo del colegio de Arquitectos y del Colegio de Aparejadores. Y propiciamos el apoyo social de los vecinos y amigos de Aigües con la recogida de firmas.
Nuestro pueblo es pequeño, con escasos recursos y muy pocos medios. Por ello consideramos que las instituciones de nuestra Comunidad Valenciana, la Generalitat y la Diputación de Alicante deben velar por el mantenimiento y la conservación de nuestro patrimonio. La Ley 16/2005 Valenciana, en su artículo 214 dispone que los poderes públicos y los responsables políticos y técnicos deben centrar todos sus esfuerzos en salvaguardar un bien de un interés tal que se convierte en la identidad cultural e histórica de todo un pueblo, significando un valor patrimonial y arquitectónico, de tal singularidad e importancia para la población, que le otorga una identidad en el territorio donde se asienta.
En el convenio firmado en 1993 entre el Ayuntamiento de Aigües y la empresa Procumasa se decía que esta tenía interés en proceder a la rehabilitación del balneario y su transformación en una moderna estación de balneoterapia.
Lo que esperamos es ver cumplido nuestro sueño, ver renacer el símbolo de un pueblo que espera en ruinas su nuevo momento. Confiamos en todos, confiamos en la buena voluntad, en la transparencia y en el esfuerzo colectivo para convertir el sueño de todo un municipio en realidad.
(*) Firman también este artículo Jordi Mourisco Cabot, Silvia Rodríguez Ivorra y Mario Calvo Giner, concejales del PSPV-PSOE de Aigües
