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Emergencia social

Volvemos a la cruda realidad. Una vez enterrados los restos del expresidente del gobierno Adolfo Suárez, el conjunto de la sociedad vuelve a la rutina, a la reivindicación justa y necesaria, a la denuncia de una política que se ha basado en la austeridad y que está llevando a una gran mayoría de ciudadanos a la asfixia y al empobrecimiento generalizado. Señores lectores: nuestros mayores, nuestros niños, nuestros discapacitados y dependientes, nuestros jóvenes, nuestros preferentistas, nuestros desahuciados; en definitiva, una gran mayoría del pueblo español está en una situación de emergencia social. Cada semana que pasa conocemos nuevos informes e indicadores que nos señalan y nos focalizan como uno de los países donde crecen las personas con necesidades y al que el Gobierno del PP los ha arruinado la vida. Uno de estos informes es el que ha hecho público el Consejo General del Poder Judicial y revela que en 2013 ha habido 67.189 desahucios, lo que significa una media de 184 al día. Evidentemente, son cerca de setenta mil dramas personales, familiares y sociales que se han de añadir a otros que, por desgracia, los poderes públicos son incapaces de solucionar. Son los rostros de un drama que está originado en una reforma laboral del PP, con la connivencia de los empresarios, que o expulsa a la gente a las filas del paro o les obliga a una bajada de sus salarios de manera indigna. Familias desesperadas y ansiosas de que aparezca un político/a que plante cara a los que hoy mandan en nuestro país: la banca, las eléctricas, los lobbys, la troika y el Fondo Monetario Internacional.

Si lo anterior les ha dejado mal cuerpo lo que voy a reflejar les debería hacer reflexionar sobre aquellos que nos gobiernan y que permiten situaciones de este calibre. A mí, al leerlo, se me ha escapado alguna lagrimilla de impotencia por lo que está aconteciendo en este país tan grande pero con unos gobernantes tan empequeñecidos. Según un informe de Cáritas Europa -organización alejada del extremismo de izquierdas- España es el segundo país de la Unión Europea con más pobreza infantil. Según el secretario general de este organismo, Jorge Nuño, «las medidas de austeridad han fallado a la hora de solucionar los problemas y generar crecimiento». Otro dato alarmante del informe presentado en Atenas por Cáritas Europa señala que España tiene la mayor tasa de abandono escolar prematuro de la UE, esto es casi un 25% frente al 12,7% de media europea en 2012. Que los niños, en muchos casos, sólo hagan una sola comida al día -generalmente en el comedor escolar- es absolutamente vergonzoso para un país que se denomina «del primer mundo» y «desarrollado», y pone al descubierto las mentiras de un gobierno del PP que con cifras macroeconómicas y campañas publicitarias pretenden difundir una salida de la crisis que no existe. Qué lejos quedan las fotos de Rajoy, previas a las elecciones generales de 2011, en las filas del paro o visitando los comedores sociales.

El último dato conocido y que desmiente la propaganda gubernamental sobre la salida de la crisis es el del Índice de Precios al Consumo del mes de marzo. Los precios han caído un 0,2% frente al mismo mes del pasado año, y esto significa que hay un peligro real de entrar en lo que los economistas llaman «deflación». Pero, ¿qué significa este vocablo para el conjunto de ciudadanos? Pues bien, «deflación» es un periodo largo y sostenido en el tiempo con tasas negativas de IPC durante varios meses. En definitiva, esta tasa negativa del IPC nos muestra que no hay consumo ni demanda interna en nuestro país, seguramente por la reducción de salarios y por la alta tasa de parados. La política de austeridad impuesta por Rajoy y los suyos nos ha llevado a un callejón cuya única salida es el cambio de modelo económico, con subidas generalizadas de salarios y paralización de los despidos indiscriminados.

En otro orden de cosas, y a pesar de lo dicho por el Gobierno de Rajoy, nuestro país fue rescatado con 50.000 millones de euros y que fueron directamente a salvar a los bancos en dificultades. Ahora se nos adelanta un segundo rescate con dinero público y que pagaremos todos los contribuyentes. Los defensores y acólitos del PP me llamarán demagogo, pero ¿cuántos niños podrían comer, cuántos desahucios se podrían paralizar o cuántos dependientes podrían tener ayuda con los 2.400 millones de euros -dinero público- con los que el Gobierno pretende rescatar a una decena de autopistas de peaje? Con esa cifra, según Cáritas, se podrían haber rescatado a 700.000 familias sin recursos. Insisto, esta ONG no es de izquierdas ni atenta contra el Estado de Derecho. Sin lugar a dudas, nuestro país está en situación de emergencia social. Las personas, lo primero.

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