La Unión de Centro Democrático, con ocho concejales, fue la segunda fuerza política más votada en el primer Ayuntamiento democrático ilicitano salido de las urnas allá por un mes de abril del año 1979. La candidatura de UCD alcanzó un total de 17.317 sufragios, lo que suponía un 26,92% de los votos emitidos. Traducido en ediles, salieron elegidos los ocho primeros candidatos de la lista presentada a los históricos comicios: José Quiles Parreño, Matías Ruiz Bernal, Francisco José Picó Meléndez, Mariano López Maciá, Fernando Sánchez Ferrer, Enrique Esquitino García, Rafael Ramos Cea y Antonia Martínez Soler. Posteriormente, tras renuncias o dimisiones, entraron a formar parte del grupo municipal María Josefa Torres Amorós, Salvador Campos García, Tomás Mora Serrano y Antonio Bonete Agulló.
Aquella UCD, un partido centrista que lideraba a nivel nacional el entonces presidente del Gobierno de España Adolfo Suárez González, fallecido el pasado día 23 de marzo, se situó como el grupo mayoritario de la oposición local tras unas elecciones municipales que no se celebraban en España desde el 12 de abril del año 1931.
El censo electoral en Elche era en aquél 1979 de 105.725 personas y, tras el recuento de los 64.324 votos válidos, un total de cuatro partidos, cuatro, formaron el nuevo Consistorio: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que consiguió 14 concejales y con ellos obtuvo la mayoría absoluta; la Unión de Centro Democrático (UCD) que logró, como he dicho, 8 ediles; el Partido Comunista de España (PCE), que sacó 4 concejales; y Coalición Democrática (CD) que obtuvo un representante.
Con estos resultados el cabeza de lista del PSOE, el recordado Ramón Pastor Castell, fue proclamado alcalde de la ciudad de las palmeras un 19 de abril de 1979.
Cuentan las crónicas de la época que, en plena votación para elegir al nuevo alcalde, y cuando se abría la papeleta 14 que daba la vara de mando a Ramón Pastor, se produjo una cerrada ovación en el salón de plenos mientras el número uno de la UCD, Jose Quiles Parreño, abrazaba al nuevo alcalde dándole su felicitación. Era, sin duda, una imagen de concordia. Los titulares de los periódicos aseguraban que la constitución del nuevo Ayuntamiento fue «un ejemplo de convivencia», mientras destacaban, entre otros detalles: que sonaron el pasodoble «El Abanico» y el emotivo «Aromas ilicitanos», que las lágrimas inundaron muchos ojos, que el nuevo alcalde izó la senyera tras el saludo desde el balcón de la Casa Consistorial, y que una traca cerró el parlamento de Ramón Pastor «que fue más de concordia que partidista», según señalaba el cronista.
Pocos días después, quedó configurado el nuevo organigrama municipal con tenencias de alcaldía para el PSOE (seis), para la UCD (tres) y una para el PCE. Así quedaron repartidas: Primer teniente de alcalde, José Rodríguez Esquitino, 2) María Rosa Verdú Alonso, 3) Antonio Torres Salvador, 4) Francisco Millán Muñoz, 5) José Fornés Caselles, 6) Manuel Castillo Estaute, 7) José Fernández Rodríguez, 8) José Quiles Parreño, 9) Enrique Esquitino García, 10) Antonia Martínez Soler.
Hay que reseñar y destacar que, pese a que el PSOE tenía mayoría absoluta, ofreció áreas de responsabilidad municipal, que aceptaron, tanto a la UCD como al PCE. Los ediles centristas presidieron las comisiones informativas de Limpieza Pública, (Enrique Esquitino García); Estadística (Antonia Martínez Soler); Turismo (José Quiles Parreño). El delegado de bomberos fue Fernando Sánchez Ferrer, el de Parques y Alumbrado, Francisco José Picó Meléndez; el de saneamiento, Mariano López Maciá; el de matadero, Rafael Ramos Cea. Además el edil Rafael Ramos Cea fue el vocal representante del nuevo Ayuntamiento en el Centro de Iniciativas Turísticas. Sin duda eran otros tiempos en los que destacó la concordia, la convivencia y el entendimiento.
La foto-fija del momento reflejaba que, por aquellas fechas del mes de abril del año 1979, estaba a punto de inaugurarse el apeadero de Renfe en Carrús; se vendían pisos en Santa Pola, con vistas al mar y orientación Levante, por 2.200.000 pesetas; había convocada una huelga en el Hospital General de Elche y en los cines ilicitanos se proyectaban, entre otras películas, «Fiebre del sábado noche», «Muerte en el Nilo», «Jesús de Nazaret», «Tobi», «Dormir y ligar todo es empezar», «Adiós, Emmanuel» y «Juan Salvador Gaviota».
Va hacer ahora, en este abril que estrenamos mañana, 35 años.
