Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lanzaderas

Quizás se haya excedido un tanto el presidente de Hosbec, Antonio Mayor, al asegurar que Sonia Castedo ha perdido el juicio. Tengo la impresión de que andaba algo alterado, aunque razones tiene para ello. No sé para qué diablos tenemos un AVE que no conecta Madrid con los principales municipios turísticos de la provincia. Y si a ello le añadimos a la alcaldesa complicando aún más el tema, el enfado es comprensible. Eso sí, el presidente de los hoteleros de Benidorm tiene toda la razón al decir que alguna Administración debe poner orden en tanto caos ¿Dónde andan la Diputación y la Generalitat? Jugar con el turismo es cosa seria por estas tierras. Mala imagen vamos dando a golpe de corruptelas, un día sí y otro también, para que ahora demos el cante por maltratar a la gallina de los huevos de oro. Acabarán tomándonos por tontos, si no lo somos ya.

Es llamativa la camaleónica versatilidad del Ayuntamiento alicantino, a la hora de encontrar argumentos para evitar la salida de autobuses que unan la estación del AVE con las ciudades turísticas de la provincia. En junio, la alcaldesa justificaba su oposición alegando que desconocía cuántos viajeros, llegados a Alicante en el AVE, continuaban su viaje a otros municipios. Ciertamente, eso era actuar con juicio. Bueno, si no fuera porque tampoco era preciso disponer de altas dotes intelectivas para prever que gran parte -cuando no la mayoría- acabarían siguiendo trayecto hacia el norte o el sur. De cualquier modo, ese es un motivo coherente. Apenas nueve meses después, ya se conoce que el 60% de los viajeros siguen camino. Y, con el dato en la mano, ahora se alega que los autobuses lanzadera generarían un caos circulatorio en la zona de la estación del AVE. Supongo que el caos previsto será algo menor al que producirán las próximas mascletás en la fachada de la estación, para el que sí se ha encontrado solución. Acepto que las Hogueras apenas son unos días y el AVE -esperemos- se mantendrá diariamente. Pero una mascletá no colapsa, sino que anula el tráfico, y dudo que esas lanzaderas generen un lío similar. Con todo, si los técnicos de la concejalía de Tráfico encontraron alternativas para tener contentos a los foguerers -consulta a éstos incluida-, seguro que son capaces de hacer lo mismo con quienes generan casi el 20% del Producto Interior Bruto (PIB) de esta provincia ¿O acaso el sector turístico merece menor esfuerzo?

Me pongo en el lugar de la alcaldesa y, sinceramente, entiendo su postura aunque no comparta las formas. Ojo, digo que la entiendo, no que su decisión me parezca ni justa ni adecuada. En la línea populista que define su reinado local, nos recuerda que «nadie vela por los intereses de esta ciudad fuera de su frontera». Obviamente, nadie menos ella. Me mola la referencia a la frontera. Al más puro estilo «sheriff» del viejo oeste, como Wyatt Earp o Pat Garrett pero en versión española. Es toda una cátedra de populismo, sí. Pero le funciona ¡qué carajo! Aunque, para ser sincero, no me convence la forma de velar por los intereses de Alicante que le viene caracterizando. Ni ese tono prepotente con el que niega cualquier posibilidad de acuerdo ante el problema. Para declararse admiradora de Adolfo Suárez, anda un tanto lejos de la capacidad de consenso que definió la política del presidente.

Volviendo a las lanzaderas, extraña esa variabilidad a la hora de justificar la oposición a éstas. Lo visten de defensa de la terreta. «Defiendo los intereses de mis taxistas y mi transporte», dice Castedo. Tengo la impresión de que la cuestión es mantener nichos electorales y evitar problemas, a un año vista de las municipales. Y los taxistas son un colectivo a cuidar. Supongo que no hay deseo alguno de que le amarguen la fiesta, con una huelga, a estas alturas de la película. Tiene razón. Ahora bien, el AVE no es propiedad de la ciudad de Alicante. Un elemento básico en la vertebración de esta provincia, no puede ser utilizado mezquinamente por el supuesto beneficio de unos pocos. La alcaldesa de Alicante también es diputada autonómica por la circunscripción de Alicante. Y no una diputada más, sino la cabeza de lista que debiera defender los intereses de toda la provincia. No me malinterpreten, que no ando insinuando nada. Aquí no dimite ni el Tato, así que no seré yo quien vaya haciendo propuestas tan peregrinas. En fin, otro conflicto de intereses más que añadir a la cuenta.

La solución es que la peña se baje del tren en Villena y, desde allí, carretera y manta para Torrevieja, Santa Pola, Benidorm o Denia, por citar ejemplos. Contextualicemos, que hablamos de julio y agosto. Vamos, turismo de aventura pero a lo cañí. Francamente, no le veo la lógica por ninguna parte. Tampoco imagino a la alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, prohibiendo la salida de autobuses interurbanos desde el aeropuerto y obligando a desplazarse a su ciudad. Me dirán que la situación no es la misma y que en El Altet no hay problemas de congestión de tráfico. De acuerdo, pero la barbaridad sería equivalente. Del turismo de la provincia vivimos todos. Si en Benidorm hay dinero, si en Santa Pola va bien la hostelería, muchos de sus residentes consumirán bienes y servicios en Alicante. Y eso genera riqueza a los que trabajan en la capital. Pero algunos no ven más allá de la inmediatez. Miopía hacia el futuro, que diría el maestro Antonio Damasio.

Vamos a ver, criaturillas ¿cómo leches le explico a mi colega madrileño que, para acabar en la playa de Levante, hay que hacer un tour de 100 kilómetros desde Villena? Será cuestión de contarle la trola de que ahora, por aquello del turismo de interior, vamos a pasearles primero por los secarrales de la autovía para que vayan haciendo boca. Seguro que llegan con más ganas de chapuzón mediterráneo. Claro que puede acabar diciéndome algo así como: ¿oye, y si para ir a Aranjuez te bajas tú en Cuenca? Al fin y al cabo, la distancia es la misma que separa Villena de Denia. Más que la razón, un servidor debe haber perdido la inteligencia, porque no le veo el atractivo.

Por cierto, extraña que nadie pensara en este ¿matiz? a la hora de decidir dónde radicaría la estación del AVE ¿Alguien creía que los turistas venían, en su mayoría, a Alicante? Supongo que no obviarían que, solo el turismo de Benidorm, genera el 10% del PIB de la Comunidad Valenciana y el 1% del nacional. Con estas cifras, no puede defenderse que el efecto local de esta avalancha de turistas -bendita avalancha, por otra parte- era inesperado. Y hay motivo para cuidar el sector, guste o no a Castedo y compañía.

Me da en la nariz que aquí estaba todo orquestado: pagan todos y nosotros decidimos.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats