INFORMACIÓN publicó un artículo con fecha 17.03.2014, con el título El Servef insta a los desempleados a que busquen trabajo a través de webs privadas. Creo que se trata de un escrito hecho con ignorancia y, desde ahí, manipula el efecto. He necesitado encontrar un tiempo oportuno para tratar de expresar algunas ideas en relación con el trabajo que, en verdad, se viene realizando en el Servef. Quizás, para ser más preciso, debo circunscribirme a la oficina donde trabajo, la de la calle Isabel La Católica, en el barrio de Benalúa de Alicante. Imagino que mucho de lo que voy a decir es compartido por el resto de trabajadores del servicio. Hace años que venimos desarrollando una línea de trabajo basada en la mejora constante de la calidad con actuaciones concretas, muchas de las cuales se recogen en el Plan Estratégico del Servef recientemente aprobado. Calidad interna entre nosotros realizando no sólo la formación técnica precisa para mejorar nuestras competencias sino talleres y encuentros de carácter interno entre los que allí trabajamos donde tratamos de ver cómo mejorar la eficacia y la comunicación entre nosotros. El mismo propósito de calidad externa con nuestros clientes (empresarios y desempleados), cómo mejorar nuestra actitud en el servicio que prestamos. El trabajo como servicio es para muchos de nosotros no sólo una meta sino también un motor, una motivación cotidiana. Recuerdo en este momento algo que escuché recientemente en relación con Ferrán Adriá y su equipo. Parece ser que uno de los responsables del equipo, viendo al personal con cierto estrés, les dijo: «Nuestros clientes vienen a ser felices. Cederos el paso, estad bien y atenderemos mejor a las personas que nos visiten». En este contexto, pretendemos ofrecer la mayor información relevante a nuestros clientes que les ayude en sus objetivos.
Aun a riesgo de extenderme algo más de las dos hojas que solemos leer de continuo al día de hoy, he de referirme a la crisis inmediatamente anterior a la actual del año 1992. Por aquel entonces, otros compañeros ofrecieron su energía y esfuerzo para diseñar y redactar un copioso material compuesto de herramientas para ofrecer a los demandantes y asesorarlos en su búsqueda activa de empleo. Herederos de esa tradición, al comenzar la crisis actual tomamos el testigo de aquel trabajo realizado y hemos venido adecuando aquellas herramientas analógicas, por así entendernos, al mundo de internet y redes en el que vivimos. Desde ahí, además de introducir el sistema de cita previa que ha eliminado las largas y desesperantes colas, hemos desarrollado y puesto en marcha diversas acciones en el campo de la orientación laboral (que con frecuencia entran en el campo de la orientación profesional): reuniones informativas del Servef, Taller de Entrevista, Taller Curriculum Imperfecto, Club de Empleo, son algunas de éstas. Los contenidos abarcan un amplísimo silabario de informaciones y técnicas que tienen como objetivo optimizar la empleabilidad de nuestros trabajadores desempleados. Hace un momento hacía mención a las nuevas tecnologías. Sírvanos una ligera vista atrás para tomar conciencia de la velocidad con la que están afectándonos en nuestras vidas, en concreto en el campo de la búsqueda de empleo. Hace apenas cinco años preguntábamos a nuestros clientes como requisito previo para poder participar en alguno de nuestros talleres si disponían de un ordenador con acceso a internet. Al día de hoy, esto no sólo no lo preguntamos sino que directamente hablamos de redes sociales. En este sentido, son ya varias las redes de desempleados que se han puesto en marcha entre nuestros clientes después de participar en alguno de nuestros talleres. Así, me llegaba ayer mismo el nombre de la última en Facebook que recibe el significativo nombre de «Desempleados que no paran», que alude sin duda a esa cultura que tratamos de extender de que no es lo mismo estar parado que estar desempleado.
También ha sido una práctica que hemos venido desarrollando la colaboración con diversas entidades educativas en el campo de la orientación y de la formación. Con la frecuencia e intensidad que se nos propone atendemos, formamos y supervisamos a estudiantes en sus prácticas de formación en los ciclos formativos de la Formación Profesional y de la Universidad. También nos visitan todos los años los alumnos de Nazaret (entidad de acción social para el menor y la familia, de uso público y gestión privada) así como hemos recibido hasta este año la visita de alumnos de dos institutos para informarles tanto del servicio que se presta en el Servef como orientar en sus preguntas e intereses. Este año, lo que venían siendo estas visitas esporádicas, tenemos voluntad de que se conviertan en una acción más dentro de nuestra programación y desde que lo pusimos en marcha hace dos meses hemos realizado diversas visitas a institutos dentro de nuestro área de influencia en el afán de contribuir con nuestro grano de arena a la formación integral de nuestros jóvenes.
Un apunte más. Quizás haya resultado extraña la referencia al equipo de F. Adriá. En este sentido quiero añadir que toda referencia de un bien hacer tanto en el ámbito público como en el privado es para nosotros fuente de inspiración y, desde ahí, es frecuente que hablemos en nuestros talleres de y con empresas, empresarios y emprendedores creativos. De hecho, convencidos de la excelencia de la colaboración entre lo público y lo privado, una nueva línea de acción todavía en fase de inicio es la de promover encuentros en nuestra oficina entre empresarios y trabajadores propiciando en la medida en que seamos capaces un diálogo nuevo entre ambos con mente clara y corazón abierto.
Tarea humilde y sencilla. En ningún caso pretendo con este escrito entrar en ningún tipo de polémica sino aportar la información de algunos aspectos de nuestro trabajar. Tampoco se intenta en este escrito presentar una tarea terminada ni completa ni mucho menos exclusiva. Nos queda mucho camino, en él nos ayudamos entre todos sumando esfuerzos e intercambiando información relevante y veraz.
