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Low festival: un contrato leonino

En primer lugar tengo que decir que me siento muy incómodo teniendo que arremeter contra personas con las que no había tenido nunca problemas. Es más, es justo que me refiera a Gema Amor afirmando que en los últimos años ha sido y es la única responsable de Turismo, que me ha atendido debidamente cuando he tratado de exponerle algún proyecto promocional. De hecho - en estos momentos - estamos ilusionados trabajando juntos en dos de ellos.

Y dicho esto, vayamos al fondo de la cuestión que radica, principalmente, en que la negociación con la promotora de reciente creación Baltimore S.L. se ha realizado por un señor concejal que ni es avezado hombre de negocios, ni mucho menos un técnico especialista en la organización de eventos y se ha dejado engatusar por estos promotores de espectáculos de los que existen montones en el país.

Partiendo de la base de que a Benidorm le interesa mucho que se celebren este tipo de eventos, se entiende que a los organizadores se les den todo tipo de facilidades y hasta de ventajas.

Pero, hay que tener la cara muy dura para que además del recinto de actuaciones, toda la taquilla y el subarriendo de los bares, el merchandising, los servicios técnicos del Ayuntamiento y la seguridad exterior, etc., se solicite -y se conceda, que es peor- dinero «a fondo perdido», pagos a la SGAE, reparación del césped, y hasta los 6.500 ? que cuestan los servicios médicos de la Cruz Roja. Esto es a todas luces un despropósito y una tomadura de pelo al Pueblo de Benidorm.

Un empresario normal alquila el recinto de las actuaciones por un canon fijo, o una participación en la taquilla, pero como aquí -repito- queremos y nos conviene mucho que se celebre este festival para jóvenes, debemos ser generosos, pero no imbéciles.

¿A quién se le ocurre abonar dinero «a fondo perdido» sin conocer el resultado final de la taquilla? ¿Por qué después de varias ediciones no se comenta cuál es el monto total de lo recaudado? ¿Por qué no se sabe el caché de los artistas? Aquí está el «quid» de la cuestión.

Pero lo que ya no es de recibo es que se pretenda -y todavía tengo esperanzas de que no se consuma la tragedia (porque sería trágico para la Ciudad) que por ser propietarios de tres letras que no dicen nada: Low, bajo (se aplica a nivel, calidad, coste, etc.)- tener la exclusiva de la organización (que no de la promoción porque no arriesgan nada) por nada menos que 7 años?

Esto ya es de juzgado de guardia, un disparate y una traición, como me decían ayer, a la ciudad que nos da de comer.

Pero hay más. Cuando yo le envié a un amigo, técnico en organización y promoción de eventos, el informe que me pidió el Consejo Vecinal, me respondió con un correo a modo de dictamen, donde se exponen pormenorizadamente los pasos a seguir en una negociación de estas características. Además de estar de acuerdo con mi escrito. Y todo ello se lo pasé a Conrado, Gema y el alcalde. El primero me cortó la comunicación telefónica, y no me volvió a llamar; y los otros dos, en mi opinión, lo que hacen mal es no desautorizar a Conrado Hernández por su pésima negociación (sólo faltaba que les hubiese concedido el pago de sus desplazamientos en limusina con champán).

En mis conclusiones indico dos opciones -todavía ventajosas para Baltimore S.L.-:

Cesión gratuita del recinto de las actuaciones; explotación de los bares y el subarriendo de los mismos, venta de merchandising y los servicios técnicos del Ayuntamiento; además de la seguridad exterior (guardia civil; policía local y policía nacional) También pueden conseguir, por su cuenta, algún tipo de ayuda publicitaria de firmas comerciales. (El Ayuntamiento no debe ni puede sugerir a las empresas que colaboren con estos señores para engordar sus ganancias; otra cosa distinta es que las insten a ayudar en la promoción de Benidorm a través de la FTdB).

Eximir a la mercantil del riesgo que conlleva cualquier negocio. Me explico: que sus ganancias provengan del mayor o menor éxito en la recaudación por todos los conceptos. Y teniendo en cuenta los taquillajes de anteriores ediciones -y en base a ello- se contratarían los artistas elegidos de común acuerdo con los jóvenes de Benidorm especialistas en ese tipo de música que designara el concejal de Eventos. Y al final -con un riesgo aceptado y «controlado»- si existiesen pérdidas, deberían ser asumidas por el Ayuntamiento; y si por el contrario - como es de esperar - hay ganancias, éstas - eso sí - deberán ser compartidas por los organizadores y el propietario del recinto donde se realizan las actuaciones; es decir, el Ayuntamiento de Benidorm.

Pero lo que todo el mundo debe tener claro, es que estos señores organizadores de espectáculos que nos quieren engañar con los números, -que no con las actuaciones artísticas que son de mucha calidad- no son dueños nada más que de tres letras: Low.

A los artistas los puede contratar cualquiera a través de sus oficinas de representación, donde sus managers convienen el caché de los mismos. Así de sencillo.

Y claro, conociendo ya los datos, más o menos de los anteriores festivales, mi amigo José Antonio, el técnico independiente en este caso, en organización y promoción de eventos, entre otros consejos dice: «Tenemos la marca Benidorm y un buen recinto de actuaciones y todo esto lo podría llevar a cabo la FTdeB con la planificación y asesoramiento adecuado y con el apoyo del Ayuntamiento».

También coincidimos ambos en que bien la Fundación o el Ayuntamiento, deberían patentar una marca que lleve el nom

bre de la ciudad.

Si ese contrato acaba firmándose en todos sus términos, esta gente, además de asegurarse el chollo del siglo, conseguirá un fondo de comercio con esas tres letras -Low- que les dará todavía más fuerza en próximas - lejanas - negociaciones?

Señores del Gobierno Municipal:

Se lo pedimos de rodillas si es necesario. Independientemente de que el contrato no es equitativo, por favor, no hipotequen por 7 años (firmen sólo por éste) la posibilidad de que sea la Fundación quien se embolse ese millón de euros anual en que se cifra, al menos, la ganancia de unos señores cuyo trabajo lo pueden hacer muchos otros por mucho menos. Aunque lo lógico es que sea la FTdeB quien, a partir de 2015, lo organice. Si siempre dicen que Benidorm está por encima de partidos - y de personas, añado yo - ahora tienen la oportunidad de demostrarlo.

Si no, tal y como les decía en una de mis cartas, siempre les perseguirá la sombra de la duda, la corrupción o la ineptitud. Y no teman que la oposición se aproveche de este error. Si rectifican, todos les apoyaremos.

Finalizo recordándoles la máxima de Confucio: «Quien comete un error y no lo corrige, comete otro error mayor».

Ah, y que la gente no se confunda: los informes del interventor y el secretario, sólo sirven para dar fe de que la mercantil está al corriente en los pagos a Hacienda y Seguridad Social; y que el contrato está bien redactado. Otra cosa es que sea equitativo.

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