Este próximo martes, en la sesión de control al Gobierno, se debatirá y votará en el Pleno del Congreso de los Diputados una proposición no de ley presentada por el grupo parlamentario socialista sobre retirada del anteproyecto de Ley Orgánica por el que el Gobierno pretende revisar la legislación vigente en España sobre salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo. En esa misma sesión, también está prevista una moción consecuencia de una interpelación urgente presentada por el grupo parlamentario de La Izquierda Plural sobre la política del Gobierno en materia de salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo. Se trata, en uno y otro caso, de que la Cámara de representantes exprese su posición sobre esta cuestión.
Por lo que se refiere a la proposición no de ley, el voto será secreto y se sustanciará a través de papeletas, lo que posibilita hacer realidad el cumplimiento de la Constitución, que prohíbe el mandato imperativo, es decir, que el voto es tan personal como la persona que ocupa el escaño, obviando así la disciplina habitualmente impuesta por el partido. Y eso afecta especialmente a los diputados y diputadas del PP cuya posición discrepante con su partido puede manifestarse así sin miedo a represalias que se traduzcan en la pérdida de la posibilidad de inclusión en las listas electorales de los próximos comicios.
Por eso me dirijo especialmente a quienes componen el grupo parlamentario popular, que con 185 escaños rebasa la mayoría absoluta de la Cámara y determinará la posición de la misma. Y más especialmente me dirijo a ese 41.6% de dicho grupo que constituyen las diputadas. Y lo hago desde mi sexo, que es, indiscutiblemente, lo que me une a ellas, pues sólo nosotras tenemos o hemos tenido la capacidad de gestar. Señorías, con la vigente ley gozan ustedes y todas las mujeres de autonomía plena para decidir, de acuerdo con su conciencia, si seguir adelante o no con su embarazo. Estoy segura, señorías, que no les gustaría que una decisión tan personal como esa la tomaran otras personas suplantando su voluntad. Suman ustedes, señoras diputadas (entre las que se cuentan las ministras Báñez, Pastor y Mato y la vicepresidenta del Gobierno), 77 votos. Por primera vez en democracia, gracias a esa fórmula de votación secreta, pueden ser ustedes determinantes en la posición del Congreso. Apelo al pacto entre mujeres que se puede manifestar a través del sentido de sus votos. Señorías, escúchennos. Nos manifestamos masivamente el 1 de febrero en Madrid y ayer mismo en muchísimas ciudades en todo el territorio del Estado y también de otros países. Lo que van a votar es, nada más y nada menos, que la libertad de las mujeres. También la suya.
